A penas transcurren meses de comenzar sus cargos y es evidente el cambio físico, arrugas, canas y manchas en la piel.
El estrés oxidativo se genera por un desbalance, en la ausencia del equilibrio entre los radicales libres del cuerpo y los antioxidantes disponibles para combatirlo. Por muchos es conocido como el mal de los presidentes, pues las situaciones de estrés constante contribuyen también a ello.
Canas, arrugas, flacidez, manchas en la piel, que también se hace más delgada, son efectos visibles del estrés oxidativo, en algunas ocasiones puede notarse una caída del cabello por la degeneración de los folículos pilotos.
Se cree que juega un importante papel en el padecimiento de varias enfermedades como la esclerosis múltiple, el cáncer y otras, que incluso tienen que ver con el corazón y procesos inflamatorios.
En apariencia, el estrés oxidativo se percibe como envejecimiento, pero estudios al rededor del mundo no han logrado definir el vínculo entre ambos, pues el envejecimiento es un proceso mucho más complejo.
Pero no todo está perdido, si usted quiere evitar este tipo de cambios, debe saber que puede controlarse con hábitos alimenticios donde los antioxidantes estén muy presentes, así como vitamina E y C, en frutas, verduras, legumbres y cereales.
