Persona polémica debido a su sobreexplotación mediática y quien alcanzó reconocimiento a nivel mundial debido a sus múltiples cocreaciones, Stanley Martin Lieber logró cambiar la industria norteamericana con la invaluable ayuda de sus socios creativos. Casi al cierre de 2022, celebramos 100 años de Stan Lee.
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El escritor y editor de comics fue fundamental para el resurgimiento que tuvo el medio en la década de los sesenta. Si bien el renacimiento formal se dio en 1956 en DC -editorial rival de Marvel-, con el lanzamiento del comic Showcase #4 y su nueva versión de The Flash, fue en 1961, con la llegada de The Fantastic Four, que el género de los superhéroes alcanzó la madurez.
Stanley Martin Lieber nació el 28 de diciembre de 1922 en la ciudad de New York, en el estado de mismo nombre, al norte de los Estados Unidos. Proveniente de familia de migrantes judíos y rumanos, Stanley y su hermano menor, Larry Lieber, crecieron en la generación de la Gran Depresión estadounidense, una de las más cruentas etapas de la historia de ese país.
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El gusto de Lee por la escritura se dio desde muy temprano y cuando estudiaba high school. De manera profesional, comenzó a escribir obituarios para un diario local y fue en 1939 que el mundo del comic le abrió las puertas.
Stanley entró a trabajar a los 17 años -en 1939-, a la editorial Timely Comics, propiedad de Martin Goodman, esposo de Jean, prima de Stan.
En la nueva editorial -que publicaba la revista Marvel Comics con Namor y Human Torch, entre otros-, Stan comenzó como ayudante de los escritores y dibujantes, Joe Simon y Jack Kirby, creadores de Captain America.
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Simon y Kirby trabajaban como un estudio casi independiente dentro de Timely. Goodman les pidió cobijar a Stan. Su trabajo consistía en preparar bebidas como té o café y rellenar los frascos de tinta china.
Según Kirby (entonces de 22 años), Stanley era “una peste”. Aun así, el joven tuvo su primera oportunidad para escribir una historia en prosa en las páginas de Captain America #4, publicado el 17 de marzo de 1941.
Desde su debut, Stanley modificó su nombre a “Stan Lee”, acortándolo por medio de un apellido de origen chino (y que en ocasiones, causaba confusión). Como nombre, “Lee” también es empleado para hombre o para mujer en el habla inglesa.
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Stan quería “guardar” su nombre verdadero para cuando comenzara a escribir novelas, pues eventualmente quería dejar atrás el mundo del comic, que no recibía mucho reconocimiento al ser un medio destinado para niños, con sus tiras cómicas y de animales antropomórficos. Sin embargo, al mismo tiempo, otra vertiente alimentada por la ciencia ficción y los héroes de tipo “pulp” (¿Pulp Fiction?), como The Spider, Doc Savage, The Phantom o The Shadow, daban origen a nuevos personajes e historias más elaboradas.
Stan Lee provocó el despido de Simon y Kirby cuando enteró a Goodman que también trabajaban para la editorial Detective Comics, lo cual no estaba prohibido, pero que era motivo de celos profesionales.
Stan se mantuvo en Timely durante toda su carrera; su novela nunca llegó, mas no fue necesaria, ya que el reconocimiento mundial le llegó.
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El comic que Stan Lee escribió durante más tiempo, curiosamente no fue de superhéroes, sino Millie The Model, donde trabajó con artistas como Dan DeCarlo y Stan Goldberg. “La modelo Millie” era un título de humor para adolescentes, y el más longevo en el género. Millie Collins era una joven aspirante a modelo, en un comic al estilo Archie (en el cual destacó DeCarlo).
Probablemente, el primer número de Millie escrito por Lee fue el 7, publicado el 7 de abril de 1947. De ser así, Stan Lee habría hecho el argumento para 182 números y 4 especiales anuales de Millie. En ese entonces (sobre todo al inicio), no todos los comics se firmaban, por lo que muchos de los créditos son inciertos. Millie fue cancelada con el #207, del 28 de agosto de 1973. Desde el #190, la revista se integró con reimpresiones (el arte sí era modificado o redibujado).
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El lenguaje utilizado por Lee en los años sesenta, ayudó a popularizar de nuevo el género de superhéroes, mismo que había casi desaparecido en la década anterior. Stan abordó el género de manera madura y con profundidad. Al igual que Jack Kirby en sus ilustraciones, los guiones de Lee estaban repletos de acción, por lo que casi todos los diálogos terminaban con signo de admiración.
La caracterización era otro elemento importante, pues en los comics de Marvel, cada personaje tenía una forma de ser específica e incluso una manera de hablar determinada.
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A la vez, el editor y escritor ayudó a generar una comunidad virtual en Marvel Comics, nomenclatura que adoptó la empresa tras su resurgimiento. Antes de modificar su nombre, la editorial estaba comprendida por una serie de pequeñas compañías; todas, propiedad de Goodman.
En los 50’s, Timely (o Atlas), se había comprimido, debido a la crisis de la industria y Lee había tenido que dejar ir a casi todos sus creativos. Fue cuando Marvel tomó fuerza, que varios de ellos regresaron y otros nuevos se incorporaron.
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El éxito se aseguró cuando Jack Kirby regresó a Marvel, ya libre de su sociedad con Joe Simon, quien había dejado el medio.
Gracias al éxito de la revista de National Comics (DC), Justice League of America (que era una nueva versión del Justice Society of America de los ‘40s), fue que Goodman encomendó un nuevo comic con un grupo de superhéroes a Lee, quien requirió a Jack Kirby. A su vez, Kirby propuso un concepto similar a The Challengers of the Unknown (que había creado para DC) y fue como se dio forma a The Fantastic Four. A diferencia de los Challengers, el cuarteto de Marvel contaba con superpoderes.
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Lee estaba a punto de renunciar cuando llegó la oportunidad de crear Fantastic Four. Se dice que fue su esposa, Joan, quien le dijo que hiciera un último intento (después de todo, Lee llevaba 20 años escribiendo comics y manejando la compañía que, en lugar de crecer, se reducía). Al no haber mucho que perder, Lee podía escribir un comic tal y como le habría gustado hacerlo.
Con la expansión moderada de la editorial, cuyo nombre principal era el de Atlas en ese entonces, Lee también tuvo la idea de dar mayor crédito a las personas responsables de la creación de un comic. Se sabía que había creativos populares y que algunos de ellos vendían grandes cantidades gracias a su renombre. Esto era sabido, sobre todo en las tiras de los diarios. Lee lo llevó al siguiente nivel al dar trato de estrellas a los creativos. Además, adoptó motes rimbombantes para cada uno de ellos.
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Como editor -quien eventualmente cambió su nombre de manera legal a Stan Lee-, se encargó de acreditar incluso a los entintadores y rotulistas, como Artie Simek y Joe Rosen. También, hacía creer a los seguidores, que Marvel era una gran compañía (para dar solidez y credibilidad a sus publicaciones); de esta manera, pedía que los lectores enviaran sus cartas dirigidas a “los editores”, cuando era el propio Lee, además de su ayudante, Flo Steinberg, quienes leían y contestaban las misivas.
A su vez, Stan Lee dio voz real a los lectores, creando comunidades simuladas y hasta uno que otro club de fanáticos de Marvel y sus personajes.
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La personalidad extrovertida de Lee lo hizo sobresalir de sus colegas y ser el portavoz de Marvel, que llegó a ser la editorial de mayores ventas. Las editoriales rivales analizaban los comics de Marvel, tratado de destilar la fórmula de su éxito.
De las cocreaciones de Stan Lee se ha dicho todo, así como de las controversias alrededor de ellas. Lo que es innegable, es la aportación cultural de los fundadores de Marvel, no nada más de Stan, quien era la cara de la compañía. Con él, trabajaron personas como Jack Kirby, Steve Ditko, Bill Everett, Wally Wood, Don Heck, su hermano Larry Lieber, John Romita, Dan Adkins, Syd Shores y más, para la creación de una de las compañías de comics más importantes de todos los tiempos y una máquina de hacer dinero en muchos medios.
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Uno de sus últimos proyectos fue para DC Comics, donde a Lee se le invitó a re imaginar a sus héroes más famosos, como si él los hubiera creado. Aquí te dejo una nota al respecto:
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El escritor y editor de comics falleció el 12 de noviembre de 2018, a la edad de 95 años. Y en 2022, celebramos los logros y vida de Stan Lee, a 100 años de su nacimiento. Aquí, otra breve nota:
