Se cumplen 60 años de la desaparición de Marilyn Monroe, la diva por excelencia del cine estadounidense.
Monroe, figura carismática y de enorme belleza, actriz y cantante, fue una mujer que no solo no se dejó dominar, sino que se impuso ante el mundo.
Norma Jeane Baker, fue hija de madre mexicana (nacida en Piedras Negras, Coahuila), y vio la luz por vez primera el 1 de junio de 1926 en Los Angeles, California. Es tema conocido que la joven tuvo una infancia por demás difícil.
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Dura infancia.
Norma fue abandonada por su padre a quien no conoció, lidiando con la esquizofrenia de su madre en pleno desarrollo y viviendo en precarias condiciones; la joven solo contaba con el parcial apoyo de una hermana. Eventualmente se mudó con una tía y, ante la amenaza de ser devuelta al orfanato, Norma se casó a los 16 años.
Dos años más tarde, en 1944, Norma Jean comenzó a modelar y al poco tiempo se divorció. Conforme fue recurrida para sesiones fotográficas, decidió cambiar el color de su cabello, de café a rubio. Entonces, también se animó a incursionar en la actuación.
En un tiempo en que las estrellas de cine firmaban en exclusiva con los estudios, y aún sin convencer a los ejecutivos por completo, Norma fue firmada apresuradamente por la 20th Century Fox para evitar que fuera contratada por otro estudio. En este tiempo se creó la identidad de Marilyn Monroe, lo que era un movimiento cotidiano para los actores. Los agentes buscaban nombres armónicos, pegajosos y que dieran un toque de distinción a sus estrellas.
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Marilyn deslumbra con su talento.
La primera aparición de Marilyn fue con un pequeño papel de mesera en el filme de 1947, Dangerous Years, dirigida por Arthur Pierson, con los actores William Halop y Ann E. Todd.
Poco tiempo pasó para que Monroe se convirtiera en uno de los íconos de la belleza por excelencia y en uno de los símbolos sexuales más importantes en la historia. Estos atributos le restaron reconocimiento en el aspecto histriónico y la hicieron entrar en el estereotipo de la rubia estadounidense.
No obstante, Monroe se destacó dentro y fuera del cine. Sus papeles en diversas películas le dieron relevancia, participando en producciones como All About Eve (1950), Love Nest (1951) y Let’s Make It Legal (1951), que le fueron abriendo puertas.
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Contra viento y marea.
En 1952, Marilyn enfrentó el acoso y escrutinio público cuando reaparecieron fotos al desnudo y se descubrió el secreto de su familia. La actriz, mostrándose estoica ente las cámaras, en su vida privada no la pasaba nada bien.
Importantes éxitos en la carrera de la actriz se presentaron en 1953, con Niagara (Torrente pasional), Gentlemen Prefer Blondes (Los caballeros las prefieren rubias) y How to Marry a Millionaire (Cómo atrapar a un millonario).
La versatilidad de Monroe le permitía participar en producciones serias o ligeras, tales como River of No Return (Río sin retorno), There’s No Business Like Show Business (El mundo de la fantasía), de 1954 y The Seven Year Itch (La comezón del séptimo año), de 1956.
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Marilyn, empresaria.
Monroe también fue empresaria, fue cofundadora de Marilyn Monroe Productions para ganar libertad de los estudios y peleó contra la Fox para establecer su igualdad de condiciones laborales, las cuales no eran respetadas por compañía de cine. Monroe resultó triunfante.
La presión laboral y profesional hizo merma en el bienestar de la actriz y cantante. Un par de fracasos fílmicos, sus deficientes relaciones interpersonales y problemas de salud, provocaron que dependiera cada vez más de sustancias controladas. Fue así que, el 4 de agosto de 1962, a los 36 años de edad, Marilyn fue hallada muerta en su departamento.
Marilyn Monroe es recordada como una de las más grandes, a una escala que muy probablemente ella nunca imaginó.
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Una estrella que seguirá brillando.
De Marilyn Monroe se han escrito millones de palabras, de las cuales esta humilde nota se suma a ellas; la mayoría con el objetivo de recordar al ícono de la actuación. En 2022 se cumplen 60 años de su fallecimiento.
