La mejor manera para evitar ponernos en situaciones engorrosas o enfadosas con establecimientos comerciales es conocer los derechos que tenemos como consumidores.
Aunque la Ley Federal de Protección al Consumidor nos apara ante diversas situaciones, hay que exigir que los proveedores de productos o servicios nos cumplan y a su vez seamos consumidores empoderados.
Por ejemplo tienes derecho a que la información de los bienes y servicios sea clara, completa y oportuna. Así como también a elegir, nadie te puede presionar o condicionar la venta con pagos anticipados sin que hayas firmado un contrato.
Por otro lado los productos y servicios deben cumplir con las normas en materia de seguridad y calidad. De ahí viene la compensación, si la calidad es mala tienes derecho a la devolución de tu dinero o una bonificación no menor al 20% del precio pagado.
También tienes derecho a la protección cuando algún proveedor no respete tus derechos o cometa abusos en contra de los consumidores. En ningún caso la discriminación esta permitida, nadie puede negarte la venta de un producto o servicio por tu sexo, raza, religión, condición económica, nacionalidad, orientación sexual ni por tener alguna discapacidad.
¿Conocías tus derechos?
Ante cualquier irregularidad, desde cualquier sitio de la república, puedes acercarte a las oficinas de a Procuraduría Federal del Consumidor para hacer valer tus derechos.
