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Adiós a las deudas en 3 pasos

80% de las personas gastaron en diciembre como si fueran gente de la realeza; la escasez está en la mente ajá… pero ¿qué tal las deudas ahora? Tranqui… que no cunda el pánico.

55%  de los mexicanos pide créditos para pagar deudas y cubrir necesidades económicas básicas, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Por otro lado, durante diciembre, hasta el 80% de las personas pierde el control de sus ingresos mensuales y extras, como aguinaldo y bonos, de modo que empezando el año sufren un desajuste financiero, de acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

“Uno de los principales propósitos para empezar el año, además de ahorrar dinero, es terminar de pagar nuestras deudas. El problema es que la mayoría de las veces no sabemos por dónde empezar. No todas las deudas son malas, ni todas son prioritarias. Hay que aprender a reconocerlas y hacer un plan de liquidez”, explica Luis Madrigal, director de Coru.com

“Una buena recomendación es finiquitar las deudas ‘malas’, las más urgentes, antiguas y/o caras que estemos pagando antes de adquirir nuevos compromisos financieros”, añade.

¿Existe deuda ‘buena’ y deuda ‘mala’?

Sí queridos, hay deudas buenas y cómo en cualquier cuento de hadas, también hay deudas del demonio, villanas o brujas.

Una deuda ‘buena’ o patrimonial es aquella que se adquiere con el objetivo de acrecentar tus ingresos o patrimonio, o sea si pediste prestado para expandir tu changarro, comprar una casa, terrenito o cualquier propiedad, que no sea el auto del cual no obtendrás mayor utilidad, entonces está en el bando de las buena onda.

Ojo, si compraste auto para la empresa porque en él se centra un tanto de la operatividad (cómo entrega de paquetería o mercancía, incluso si te dedicas a eso del taxi ejecutivo) entonces es una deuda cool.

La deuda saludable es la que refleja ventajas en un plazo mayor al tiempo que lleva liquidarla, se use para adquirir bienes o servicios duraderos que generen valor y cuyo pago no supere el 30% de los ingresos mensuales. Tampoco se trata de ver pasar el dinero porque todo se va a la deuda.

Los tres principales síntomas de un endeudamiento negativo o deuda ‘mala’ son: si rebasa la capacidad de pago y/o compromete más del 30% del sueldo mensual, si los pagos no se abonan a capital sino a cubrir intereses, y si el endeudamiento es a causa de un bien o servicio efímero o de poco valor en el tiempo. Si es tu caso, aguas… te está chupando la bruja y lo primero que tienes que hacer es reconocer en dónde estás parado y las opciones que tienes para salir del hoyo.

¿Cómo salir de deudas en este 2020?

Para las personas que llegaron a un nivel insostenible de deuda, la plataforma de servicios financieros Coru.comrecapitula algunas alternativas que ayudan a acelerar el pago de éstas.

Debe considerarse que estas opciones no “limpian” los antecedentes crediticios si existen atrasos, pero son la solución más viable antes que caer en impago y afectar el historial a largo plazo.

1) Reestructuración de deudas. Es decir, negociar las condiciones del crédito a favor del cliente: ya sea en el plazo o las tasas de interés. Por ejemplo, acceder a pagos fijos, o aplazar las cuotas para disminuir el pago mensual, pero con mayor tasa de interés, o bien, acortar el plazo con menos tasa de interés, aunque incremente el pago mensual. Con la reestructuración de deuda la persona puede mantener una buena calificación en el historial crediticio.

Importante: hay que ubicar prioridades reales, es decir, si se prefiere pagos cómodos a un mayor costo o pagos mayores a cambio de una deuda menos cara. Esta opción de pago debe solicitarse en los primeros meses de endeudamiento, pues deja de ser viable para los bancos para clientes con más de cinco meses de impago.

2) Consolidación de deuda. Con esta opción se agrupan todas las deudas en una sola: el banco ofrece traspasar el saldo a deber de varias tarjetas de crédito a un único plástico. Para que resulte realmente ventajosos hay que buscar la entidad financiera que ofrezca el CAT y la tasa de interés más bajos.

Importante: no todos los bancos tienen este tipo de soluciones. Una de sus grandes ventajas es que las otras tarjetas quedan liquidadas y canceladas, por lo que solamente se tendrán las comisiones anuales de una sola tarjeta. Hay que considerar que con esta opción puede aumentar el monto mensual a cubrir cada mes, así que probablemente podría ser mejor tener varias deudas pequeñas e ir pagando una por una: por otro lado, si esto te resulta más confuso y pesado, hay que pensar en juntar todas las deudas en una. Esta opción de pago sí deja huella en el historial crediticio, lo que puede ser contraproducente en un futuro.

3) Quita. Es una negociación con el banco o entidad financiera para reducir la deuda. El cliente moroso busca un acuerdo para obtener un porcentaje de descuento de la deuda. Es una de las opciones menos recomendables ya que implica consecuencias negativas en el buró de crédito. En la negociación de la quita, debe verse el impago por muchos meses seguidos para demostrar que en efecto no hay manera de solventar la deuda actual.

Importante: con una quita queda una marca en el historial crediticio que puede dificultar acceder a otro crédito en el futuro. Se recomienda usar este recurso únicamente cuando todas las opciones se han agotado.

Analiza cuál es tu caso y cuáles son tus objetivos futuros, se consciente de tus ingresos y capacidad de pago, está bien que mereces todo, ¿pero al mismo tiempo?, tal vez ese viaje a Europa lo mereces tanto como lo deseas y quizá aplazarlo un par de meses es buena idea, hasta tener un plan financiero que te permita vivirlo, disfrutarlo y no recordarlo como un agobio económico.

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