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Adiós al A380, ¿adiós a un modelo de aviación?

Esta semana ha sido fatal para el avión de pasajeros más grande del mundo, el A380 de la fabricante europea Airbus.

En un comunicado el consorcio europeo dio a conocer que la aerolínea Emirates, la principal compradora del monumental modelo, “reducirá su libro de pedidos de A380 de 162 a 123 aviones”.

Así, la línea de medio oriente recibirá 14 aparatos más del modelo A380 en los próximos dos años, pero, como consecuencia de la nula demanda con otras aerolíneas, “Airbus cesará las entregas del A380 en 2021”.

Es decir, se dejará de producir este modelo que podía transportar más de 800 pasajeros en su cabina de dos niveles.

“El anuncio es doloroso para nosotros y para las comunidades del A380 en todo el mundo. Pero no debemos olvidar que los A380 continuarán surcando los cielos durante muchos años más y, por supuesto, Airbus seguirá dando un soporte completo a los operadores de A380”, explicó el Chief Executive Officer de Airbus, Tom Enders.

¿Adiós a un modelo de aviación?

Frente al declive de pedidos del A380, la nave insignia de la competencia -el 787 Dreamliner de la estadounidense Boeing- ha tenido un crecimiento sostenido de nuevos pedidos en los años recientes.

El año 2018 cerró con un total de 145 pedidos de la aeronave norteamericana con una capacidad notablemente inferior que la del A380.

Este contraste ha hecho a parte de la industria cuestionarse si estas tendencias del mercado implicarán un cambio global en el modelo de aviación.

Los aviones de gran capacidad, como el A380 y el 747 de Boeing fueron pensados bajo un esquema aeroportuario denominado “Hub and Spoke”.

Bajo este modelo se diseñan grandes aeropuertos que se interconectan con otros similares a gran distancia; los “hubs” son alimentados por vuelos regionales desde aeropuertos de menor escala.

En cambio, la eficiencia, tamaño y rango de alcance del Boeing 787 permite conectar directamente vuelos de largo alance entre ciudades de menor demanda, sin necesidad de alimentar un hub. A este otro modelo se le ha denominado “Long & Skinny”.

El cambio en el aire podría tener efectos en tierra, al desalentar la construcción de nuevos “hubs” frente a aeropuertos regionales que anteriormente los alimentaban, como habría ocurrido con el aeropuerto de Texcoco de haber continuado su construcción.

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Gabriel Morales López

Periodista, académico y empresario | Llevo trabajando en la web desde 1998 | Master en Periodismo por El Mundo y Universidad San Pablo CEU, becario de la Fundación Carolina 2005-2006. | Sígueme en LinkedIn.

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