Para muchos, es considerado uno de los mejores escritores de comics de todos los tiempos. Lo que es indiscutible, es la influencia que este escritor británico ha ejercido en el medio. Junto con Frank Miller, Moore cambió la manera de hacer comics en la década de los ‘80s. más no todas sus historias son grandilocuentes y de gran escala. También colaboró con algunos relatos cortos, como el que hoy revisamos: Alan Moore con una historia de amor y de barro.
El 28 de abril de 1987 se publicó el especial anual número 11 de Batman. Este puede considerarse importante por dos motivos: el primero, por ser una de las contadas colaboraciones de Alan Moore escribiendo el universo regular de DC Comics y de Batman, en particular.
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El segundo, por ser la primera historia con arte de uno de los grandes dibujantes de Batman, Norman Breyfogle, en un tiempo en el cual, los más famosos artistas se encontraban en Marvel y después en Image. A diferencia de Marvel, DC no había priorizado a los dibujantes por encima de los escritores, lo que provocó que aquellos artistas de renombre se congregaran en cualquiera de las dos citadas. Breyfogle, junto con Jim Aparo, mantuvieron el nivel visual del Hombre Murciélago. Próximamente revisaremos la carrera de Breyfogle.
Regresemos a nuestro primer motivo de la relevancia de Batman Annual #11. Esta edición cuenta con una corta, pero gran lista de creativos. La portada es de John Byrne, mientras que la primera historia es realizada por Moore y el dibujante George Freeman con el editor Len Wein. La segunda, es una aportación de Max Allan Collins (creador de Road to Perdition o Camino a la Perdición, comic que fue llevado al cine con Tom Hanks y Paul Newman), arte de Breyfogle y fue editada por Denny O’Neil. Wein y O’Neil son otro par de grandes escritores de comics.
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El número está dedicado a los villanos, no a Batman. Y el tema que se aborda es el del amor. En el segundo relato, Allan Collins y Breyfogle se encargan de contar un cambio en el comportamiento de Penguin ocasionado por el amor. Batman resulta ser el villano y quien comete los errores, pues no cree que Penguin pueda rectificar su camino.
La historia primaria es la que Moore propone; en esta, interviene uno de las encarnaciones de Clayface, enemigo clásico de Batman. La más popular es la de Basil Karlo, quien tuvo un gran a ude a partir de la serie animada de 1992.
En esta ocasión, vemos al tercer Clayface (o Fango).
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Clayton Payne (pronunciado como “pain” o “dolor”) era un científico con una enfermedad cutánea. Equivocadamente, cree que con una trasfusión sanguínea de Basil Karlo, podrá revertir los efectos. El resultado es nada favorable.
Payne desarrolla una piel tóxica que desintegra cualquier tejido orgánico, provocando la muerte de quien entra en contacto con él. También le genera locura y su aspecto físico se deforma.
El científico crea un traje especial que le aísla. Sin embargo, cada determinado tiempo necesita liberar su poder, desintegrando a algún ser vivo. De lo contrario, un dolor indescriptible se apodera de él.
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Clayface III ha encontrado el amor en un maniquí, “Helena”, creyéndola una persona real.
En Batman Annual #11, Payne cuenta la historia de cómo Helena y él han sido separados. Para su fortuna, se reencuentran en una tienda departamental, donde Helena es parte del escaparate. Clayface III decide vivir con ella en el almacén, escondiéndose de día y viviendo su amor cuando la tienda se ha vaciado por la noche.
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Payne cree que Helena le ha sido infiel. Y el culpable es, ni más ni menos, que Batman. Un inevitable encuentro entre ambos se da cuando el detective investiga la misteriosa muerte de un guardia de seguridad que ha sido consumido por Payne y cuyos restos son descubiertos en un lejano lugar.
Preston y Batman pelean y es solo cuando Clayface III cruza miradas con Helena que se derrumba cuestionando qué sucedió con su amor. Entonces se rinde y permite ser llevado al asilo Arkham. Batman gestiona que le permitan vivir en un cuarto separado de los demás y que Helena viva con él.
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Por desgracia, la relación entre Payne y Helena se ha enfriado. Clayface III sabe que deberán vivir como un matrimonio sin amor y solo la muerte habrá de separarlos. Lo cual sería una posibilidad de no encontrarse atado a un maniquí.
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Corto, pero contundente, es el relato de Moore y Freeman. Batman Annual #11 de 1987, que cumple 35 años, merece un lugar en la biblioteca. Y antes de despedirme, te muestro la nota donde abordamos el Watchmen de Moore y Gibbons:
