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Aplanar la Curva Epidémica, sin un toque mediático

Dr. Rodrigo Miguel González Sánchez (colaboración especial) *

Al dar seguimiento al tema vigente los últimos días, con el incremento en el número de casos a nivel nacional, con diversos estados en el territorio mexicano alcanzando el punto más alto de la epidemia, el concepto de aplanar la curva en estos días es motivo de gran interés para conocer la realidad. 

Es de interés porque conlleva la esperanza o necesidad de salir de las casas a trabajar de forma segura, a hacer vida normal; sin tener el riesgo de contagiarse por la nueva enfermedad COVID-19. 

La nueva normalidad, una realidad que se avecina por las directrices marcadas por el gobierno, genera dudas y temores en la población en general; más de las que podría presuponer o plantear cualquier grupo académico en salud. 

Cada estado y municipio en lo particular es diferente, cada familia tiene una situación distinta. Las pautas establecidas por la Secretaría de Salud son bastante generales; permiten que cada gobierno estatal, e incluso cada municipio, emitan recomendaciones para su población, con el fin de retomar las actividades en la propia situación de cada comunidad.

Los jefes de familia incluso pensaríamos que tienen la facultad de atender o no, a las prescripciones de la Secretaría de Salud, algo poco probable en muchos otros países del mundo; pero que debido a la desigualdad social que rige el país se deben ejecutar en ese sentido; con el riesgo de llegar a la actuación imprudencial en varias zonas de México.  

La salud pública es “la ciencia y arte de prevenir la enfermedad, prolongando la vida y promoviendo la salud a través de esfuerzos organizados y concretos en favor de la sociedad (según Charles Edward Amory Winslow, emitente experto y uno de los pioneros en impulsar la ciencia de la salud pública en Estados Unidos). 

La epidemiología es el estudio de la distribución y determinantes que muestran las enfermedades entre poblaciones específicas y la aplicación de este estudio para el control de dichos problemas.

Finalmente, la vigilancia epidemiológica es una recolección sistemática de datos relacionados a una enfermedad, para su análisis e interpretación; para planear, implementar y evaluar una práctica en salud pública. 

La meta de la vigilancia epidemiológica es proveer información que pueda ser usada, para la toma de las acciones más apropiadas por el personal de salud, líderes de gobierno y la población en general; para guiar las políticas y programas necesarios, para mejorar la salud pública y resolver los problemas en salud de forma más diligente.

La curva epidémica es un gráfico que presenta la distribución de los casos de una enfermedad dibujados en el tiempo, para medir tendencias, caracterizar la enfermedad y monitorizar los cambios en los agentes infecciosos; así como valorar la efectividad de las decisiones tomadas. 

Si bien la OCDE reconoce que México es uno de los países que menos pruebas realiza para detección de COVID-19, esto ha sido causa de controversia entre los medios de comunicación y es parte del motivo de esta reflexión. 

Hemos comentado en la primera parte de esta participación, que las estadísticas de la enfermedad en todos los países tienen subestimaciones importantes respecto al número de casos, así como de las defunciones; y que el modelo centinela aunque es perfectible, permite realizar estimaciones bastante aproximadas de la cantidad de casos en el país.  

Puntualmente en lo que se refiere al aplanamiento de la curva, si hacemos un modelo esquemático sencillo, y sin afán de caer en odiosas comparaciones, sólo para ejemplificar para usted amable lector, se comentan de forma esquemática 3 realidades diferentes en países relacionados a México: España y Estados Unidos. 

Si partimos de 50 casos en España el día 29 de febrero, se reportaron 8,000 casos diarios el día 29 de marzo, se reportaron 4,000 casos el día 29 de abril y alrededor de 500 casos el día 29 de mayo. 

Igual tomemos como referencia 50 casos en Estados Unidos el día 2 de marzo, se reportaron 25,000 casos diarios el día 02 de abril y se reportaron 35,000 casos el día 2 de mayo, actualmente se refieren 15,000 casos por día y con descenso franco en las cifras de todo el territorio en EUA.  

Si partimos de 50 casos diarios en México el día 16 de marzo, se reportaron 578 casos el día 16 de abril, se reportaron 2,112 casos diarios el día 16 de mayo y el día de hoy 3,377 casos el día 28 de mayo antes del cierre de esta redacción (tabla 1). 

Tales datos nos permiten inferir que la epidemia en México ha sido más pausada, pues apenas 2 meses y medio después de los 50 casos, alcanzamos el punto más alto de la epidemia. El día de hoy (28 de mayo) comenzamos a salir de la meseta; sin embargo en los países referidos, el punto más alto se ha alcanzado entre 30 y 45 días después, con un incremento muy pronunciado en el inicio de la epidemia y a dos meses y medio del comienzo, con un descenso ya bastante significativo en el número de casos. 

Los países que han tenido mayor impacto por la pandemia de COVID-19, son aquellos que han  tenido una elevada edad promedio en su población, así como mayores comorbilidades asociadas como sedentarismo, sobrepeso, obesidad y sólo necesariamente como consecuencia de estas primeras: la diabetes y la hipertensión. 

En México, que es el segundo lugar a nivel mundial en obesidad en adultos y el primero en obesidad infantil, es esperado que se incremente la mortalidad y la letalidad del 6.9% global, al 11% en nuestro país debido a la presencia de estas penosas comorbilidades. 

La subestimación de casos y muertes es, sin duda, significativa; pero no alarmante, debido a que el reflejo de las estadísticas puede apreciarse en las instituciones de salud en general.

De esta manera, podemos ver que un sistema de salud habitualmente saturado mantiene, a pesar de todos los pronósticos, disponibilidad de camas para la atención de los pacientes con COVID-19. 

Esto, aunado a las medidas de reconversión hospitalaria, que fueron posibles en gran medida por el tiempo ganado al verificarse el aplanamiento de la curva, que definitivamente, nos cambió el panorama. 

* Rodrigo Miguel González Sánchez es presidente del Colegio de Pediatras de Querétaro A.C., y coordinador de Integración de Materias Basada en Problemas y de Clínica y Enseñanza Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ). 

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