Es uno de los discos más importantes del rock y, probablemente, uno de los menos conocidos. Cumple 50 años de haber sido lanzado al mercado y hoy lo recordamos. Es Close to the Edge, de Yes.
Para empezar, esta producción -quinta en la historia del grupo inglés fundado en 1968-, presume de una de sus mejores alineaciones: Jon Anderson en la voz, Chris Squire en el bajo, Steve Howe en guitarra, Rick Wakeman en teclados y Bill Bruford en la batería.
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Si quieres conocer el más puro espíritu del rock progresivo, este es un buen lugar para empezar. Iniciamos con el hecho de que la placa contiene únicamente tres canciones. La primera es la que da nombre a la producción, “Close to the Edge”, con una duración de 18: 42.
Cuando se di a conocer, el formato de la música comercial era de dos lados, ya fuera el cassette o el disco de vinil. Existieron otros tipos, como el cartucho de 8 tracks, que tuvo menor longevidad. Por ello, algunas de las composiciones de rock progresivo debían ser limitadas al espacio físico.
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En Close to the Edge, el Lado B nos propone “And You and I” (de 10:12) y “Siberian Khatru” (de 8:56). A excepción de la última, las otras dos composiciones son integradas por varias partes, mismas que suelen ser complicadas de definir. Ambas contienen cuatro partes.
Para ser un quinteto, el resultado armónico es impresionante. El alto nivel creativo y técnico de los integrantes de Yes, les han ganado menciones entre los mejores en sus respectivos instrumentos. Más allá de la cuestión de ego, el reconocimiento es válido pues, es evidente en la música del grupo.
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La de Yes no es música comercial, cierto, mas tampoco es incompresible. Y si tienes gusto por la música, el escuchar uno a uno cada instrumento, es una experiencia aparte. La batería de tiempos jazzeados de Bruford, por ejemplo, lleva su propia melodía, así como el intrincado bajo de Squire o los predominantes teclados de Wakeman. La guitarra también aporta y tiene momentos en que pasa de complicados solos a armonías más sencillas para cobijar a sus compañeros.
Lo acústico tiene tanto peso como lo eléctrico, tal como son complementos el sonido y el silencio. El ritmo es otro elemento determinante. No es música para bailar, cierto, pero tampoco podrás balancearte con ella.
Son solo tres canciones; sin embargo, cada una de ellas es variada y son narraciones en sí, crean atmósferas que transportan a lugares tan afrodisiacos como los propuestos por el portadista, el pintor inglés Roger Dean. En este álbum debuta el logotipo clásico de la banda. Lugares mágicos que residen en la mente y en el oído son los que recorrerás cada vez que escuches este prodigioso material, Close to the Edge, de Yes, dado a conocer el 13 de septiembre de 1972.
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En esta nota, hablo de otro gran disco de la banda inglesa:
