El próximo 1 de agosto se llevará a cabo la Consulta Popular. Un evento histórico sin duda en nuestro país.
El objetivo es de la consulta es que los ciudadanos decidan si con apego al marco legal, se lleven acciones por parte del gobierno para el esclarecimiento de decisiones políticas tomadas en el pasado. De manera específica, la pregunta sometida a consideración del electorado será la siguiente:
¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?
En la boleta solo habrá un par de recaudros para elegir un si o un no.
Para recibir las boletas de la consulta se instalarán mesas receptoras que serán atendidas por ciudadanos de entre los que participaron como funcionarios el 6 de Junio.
Pero aquí viene lo bueno, para que los resultados sean vinculatorios, es decir, que sean obligatorios para la autoridad, es necesario que participen cuando menos el 40% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal. Si consideramos el corte al 25 de junio hablaríamos de 37 millones, 376 mil ciudadanos participando aproximadamente.
Sí y solo sí esto llegará a suceder, los poderes Legislativo y Ejecutivo federales deberán iniciar acciones.
La pelota está en cancha de la ciudadanía. ¿Le interesa realmente este tipo de consulta? Las opiniones en redes y en tertulias políticas son diversas.
Habrá que tener presente que la participación en las pasadas elecciones dónde había un compromiso mayor por la ciudadanía para elegir representantes populares fue del 52%, ciertamente una cifra histórica, pero que no se compara con un ejercicio de participación ciudadana no electoral.
