Días de locura se han vivido en la ciudad con el Hay Festival, tuvimos a grandes artistas que se presentaron en diferentes puntos del centro histórico, entre ellos a Daniel Divinsky, la periodista y escritora Lucía Lijtmaer y a Celso Piña y su ronda Bogotá haciendo un dueto con el rapero Pato Machete quienes se encargaron de darle ritmo “guapachoso” al festival.
Daniel Divinsky editor de grandes ilustradores como Quino, se sentó a conversar en una de las pláticas más graciosas que tuviera el Hay. Estuvo acompañado de Rafael Gumucio, Lucía Lijtmaer y moderado por Mariana H., la periodista que hizo una de las entrevistas más políticamente incorrectas dentro del patio de la delegación.
Daniel preparó un discurso donde habló de sus escritores favoritos y a los que tuvo el honor de publicar, he hizo reír a la audiencia con sus comentarios más picaros.
“Quien esté libre de humor que arroje la primera piedra o mejor se la arrojamos a él”, concluyó.
Por otro lado Lucía habló de su libro: “Yo también soy una chica lista”, el cual es un manual donde el mensaje principal es dar a conocer el feminismo desde un punto de vista sarcástico y se burla de los estereotipos que nos han planteado desde pequeñas para la construcción de la feminidad.
“Abordar temas muy profundos para presentarlos de una manera muy ligera”, agregó Lucía.
El clima favoreció la noche pues las lluvias no quisieron hacer su aparición en el festival y esto cayó como anillo al dedo para que toda la gente que gusta de bailar al ritmo de la cumbia, pudiera asistir sin inconvenientes a ver tocar al legendario Celso Piña y su ronda Bogotá.
La plaza fundadores estaba a reventar, los boletos para asistir al bailongo se terminaron dos semanas antes de que el festival comenzará pero eso no fue impedimento para que las personas llenaran los alrededores de la plaza y sacar sus mejores pasos.
Con su humor tan característico Celso le dio vida a la noche sacando las mejores canciones de su repertorio, para concluir la velada invitó al ex cantante de la agrupación Control Machete a que se le uniera en el escenario para cantar juntos un par de canciones donde la euforia se adueñó de los asistentes.
El sábado se disfrazó de locura, alegría, risas pero sobre todo lleno de letras y conversaciones inolvidables. Así fue como concluyó el penúltimo día de uno de los festivales más importantes del mundo.
