Trece días después de la tragedia visitamos el mercado Benito Juárez mejor conocido como “El Tepetate”, era jueves 23 de agosto, día de tianguis, tenía el vago recuerdo de caminar por el mercado y encontrarlo con algarabía, la gente empujándose, los comerciantes ofertando sus productos, la música “guapachosa” que le ponía ritmo a las compras. Esta vez fue diferente, al llegar ahí en una supuesta hora pico, podía caminar sin tropezarme con la multitud, supuse que en la explanada encontraría el escenario pintoresco que caracteriza un día de tianguis pero en su lugar pude ver escasos puestos, material de construcción, las puertas del mercado cerradas y un aire de melancolía.
Al pasear por la explanada encontré un improvisado tianguis sin alguna continuidad, un lugar de frutas, otro de legumbres, en la esquina se encontraba una pescadería, en medio de los pasillos vendían maquillaje, artículos para el hogar, fundas de teléfonos, entre otros objetos.
Continué mi recorrido y conocí a Don Nicolás, dueño de un local que se encontraba dentro del mercado en el área de la ropa, “me dedico a vender prendas a muy buen precio”, sin embargo pese a la tragedia, él fue uno de los 20 comerciantes que reanudaron sus labores. Me platicó con nostalgia que adentro de su local se habían quedado objetos personales que apreciaba, su televisión, una radio y un sillón donde esperaba la llegada de un cliente que se animara a llevarse una prenda nueva, todo eso quedó bajo los escombros y el hollín, su negocio fue declarado como pérdida total, “después de la tormenta viene la calma”, agregó con una sonrisa chueca.
Las autoridades anunciaron que fueron 112 los comerciantes afectados por el incendio, 80 locales fueron registrados como pérdida total y solo 20 comerciantes volvieron a trabajar instalándose en la plazuela central del mercado, cumpliendo con los requisitos necesarios y bajo el reglamento señalado por protección civil.
La respuesta de las autoridades ha sido inmediata, siguen acondicionando los espacios que puedan ser utilizados para que los comerciantes puedan utilizarlos y continúen generando ingresos para sus familias.
El trabajo entre el Estado y Municipio ha sido constante, locatarios se sienten apoyados con las autoridades y la solidaridad de la gente. La ayuda económica que se destinó para atender esta situación fue de 40 millones de pesos, misma que sirve de alivio momentáneo mientras las cosas toman su nuevo curso y se recuperan los espacios. La visita de Francisco Domínguez y Luis Nava han generado una empatía con los comerciantes.
El Tepe cumplió el martes pasado su 39 aniversario y lo celebró con una misa de agradecimiento.
Ocho días después de nuestra primera visita decidí ir a hacer mi mandado y de paso preguntar cómo iban las cosas. El ambiente se percibía de júbilo y los comerciantes se observaban motivados, aunque las puertas del mercado seguían cerradas, se han ubicado en diferentes espacios para poner su tianguis, ya se pueden ver cartulinas donde anuncian su ubicación para que sus clientes frecuentes puedan encontrarlos.
“No es fácil encontrar los puestos pero es cuestión de preguntarles dónde está la carnicería Perlita o la pescadería tal y entre ellos te guían”, me comentó una señora que acude todos los jueves a hacer su mandado para la semana.
Don Nicolás sigue asistiendo a vender su mercancía y le pregunté sobre el apoyo que ha recibido pues el puesto de ropa se veía más lleno que la primera vez que platicamos, él entusiasmado me contó que el apoyo que le entregaron las autoridades cubrirá aproximadamente el 90% de lo que perdió en el incendio.
El mercado Benito Juárez ha pasado por una tragedia, pero poco a poco volverá a cobrar su esencia que lo caracteriza, como ciudadanos podemos apoyar a los comerciantes y tianguistas yendo a resurtir nuestro refrigerador, o a comer unos ricos antojitos.
El proceso de reconstrucción se prevé que esté listo en tres meses y medio, se asegura que será el primer mercado moderno de Querétaro, contará con dos niveles, escaleras eléctricas y mantenimiento a la colonia, con la finalidad de atraer turistas a que conozcan los mercados de nuestra ciudad.
