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Cine

Dracula, de Bram Stocker, cumple 30 años.

El 13 de noviembre de 1992 se estrenó un filme que, de inmediato, tuvo la aclamación de la crítica y de los cinéfilos. Está basado en uno de los personajes más conocidos de la historia, Dracula, de Bram Stocker, cumple 30 años en la versión del cineasta Francis Ford Coppola.

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Si no lo has visto y decides hacerlo, sentirás que estás presenciando un filme muy antiguo. Aun en el momento en se dio a conocer provocaba ese sentimiento. Y es que la versión de 1992 tiene elementos teatrales, evocativos de libros ilustrados o del comic. Dracula fue filmada en su totalidad en interiores y con una diversidad de técnicas, como la animación, las maquetas y las pinturas mate. Esto es a propósito y va más allá de la practicidad del entorno controlado.

Por otro lado, la manera de contar la historia es una especie de homenaje a los filmes en blanco y negro, a las producciones cincuenteras de la Universal y anteriores, como el mismo Nosferatu de 1922.

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No es en blanco y negro, mas los colores son muy controlados, como si se estuviera narrando un cuento; los cielos son rojos o azules en tonos puros. La escenografía y vestuarios dan la sensación de estar dibujados. Para lograr este efecto de 2 dimensiones se contó con la participación de un famoso comiquero, Mike Mignola, creador de Hellboy y maestro del claroscuro.

De hecho, la editorial de comics Topps estuvo encargada de producir la adaptación oficial de la película en comic, escrita por Roy Thomas y el arte de Mignola, siendo una de las mejores adaptaciones.

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El manejo del alto contraste es determinante en el filme, pues las sombras son en sí un personaje, además de manifestarse como la extensión del famoso conde y héroe caído en desgracia. La cinematografía, muy acertada, corrió por parte del alemán, Michael Ballhaus.

La cuestión del elenco también es sobresaliente, pues Dracula de Bram Stoker, cuenta con un quién es quién de su tiempo, algunos actores y actrices reconocidos y que continúan activos.

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El papel principal no es el del héroe, sino el del propio conde, interpretado por Gary Oldman. Keanu Reeves da vida a Jonathan Harker, mientras que su prometida, la dulce Mina, es Winona Ryder. Mina es también el objeto del deseo de Dracula, pues es impresionantemente parecida a su fallecido amor, Elisabeta.

El profesor Van Helsing –y a veces narrador-, es Anthony Hopkins (antes de ser Sir, pero en vías de serlo). Otras caras conocidas son las del actor y músico excéntrico, Tom Waits, y la destacada Monica Bellucci.

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Con todos estos elementos, es casi obligado ver Dracula, en su versión de 1992. Y, ¿qué mejor tiempo para verlo que en estas fechas? O en cualquier otra.

Y antes de despedirme, te recomiendo otro filme inquietante de Anthony Hopkins, del cual hablamos recientemente, Red Dragon:

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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