Publicidad
Think Tank

Epidemia, angustia y aceptación

Quisiera despertar en la mañana y recordar todo esto como un sueño, mejor, como una pesadilla que le robó paz a mi descanso. Despertar y darme cuenta que todo fue una simple mentira, un engaño de mi mente que auscultado mis más recónditos recuerdos, una maraña entretejida provocó, dándome imágenes de muerte, contagios y lágrimas que en un grito seco se convirtieron, despertándome a la verdad de saber que sólo se trataba de un mal sueño.

Lastimosamente no lo es, y resulta paradójico que despierto y entre mas veo, escucho y leo, más caótica se hace esta realidad que me circunda. El miedo se ha adueñado de las calles, los rincones, los espacios. Escuelas vacías sin cumplir con su misión, hospitales repletos de cadáveres que en un camino hacia la morgue hacen honor a la muerte causada por una pandemia que ya recorre el mundo entero. Se han convertido en nuestro pan de cada día. Iglesias cerradas, calles solas y coches aparcados en la acera de sus casas, son la imagen que desde días atrás se viene experimentando en nuestras ciudades. 

Muertes, muertes y más muertes. Hoy un contagio, mañana son dos, en cinco días serán mil, dos mil, ¡Dios, quién sabe!

¿DONDE ACABARÁ TODO  ESTO?, en qué momento se nos escapó de las manos la posibilidad de darle orden a las cosas y poner fin a todo este caos como cuando le doy apagar a mi laptop. 

Sin embargo, este mismo pensamiento me genera otro más aterrador. Y es, Por qué razón tendría el ser humano -la especie más salvaje- la posibilidad de detener el fluir de las cosas. ¿Será más bien, que la misma madre tierra anda buscando la forma de limpiar la podredumbre y dejar sólo aquello que sirva- literal – para la conservación del bienestar común, que provoque la salvación y no la muerte?

Con el paso del tiempo, los humanos han ido perdiendo el amor por todo, pareciera que ya no queda dentro de él, esa capacidad de trascender y ver más allá de lo simple, las tecnologías nos han convertido en seres vacios, inconscientes de la vida que constantemente sucede alrededor nuestro, y nos grita, para que veamos el camino que a las profundidades del abismo nos lleva.

¿Qué nos queda? Aceptar, solamente aceptar eso, unirnos al fluir de la realidad. Detener el flujo místico de las cosas es simplemente pretender cambiarle el orden al universo. Ten en cuenta que cada cosa tiene su tiempo y su ritmo, al final todo pasa, todo llega y todo cambia. Necesariamente todo comienza y todo acaba. Si todo lo que hoy nos sucede tiene solución, ¡para qué preocuparse!, y si no tiene solución, ¡para qué preocuparse! Al final, la preocupación solamente nos hace ver las posibilidades de manera lejana. Robándonos la posibilidad de vivir el instante. 

Hoy es COVID-19, mañana será otra situación, simplemente nos corresponde disfrutar este momento, respirar y fluir para tener la capacidad plena de la transformación. 

Te recomiendo dos cosas para esta cuarentena.

  1. Deja de rumiar: las cosas que están pasando, están pasando, y en lo único que tú puedes influir es en lo que hagas por ti y tu metro cuadrado. Una cosa más, ten presente que nadie es dueño de sus pensamientos y no puedes elegir qué pensamientos acuden a tu mente, pero, sí de la forma en que los asimilas en tu vida.
  2. Aprende a respirar: tu forma de respirar influye (y puede cambiar) tu estado de ánimo, la claridad mental, cómo te relacionas con los demás, y lo que es más importante: tu estado de salud y vitalidad. Una respiración libre y profunda hace fluir los sentimientos, unifica el cuerpo y la mente, además aumenta la satisfacción y calidad de vida.

Reflexiona en este día estas dos preguntas:

  1. ¿Estás viviendo o simplemente existiendo?
  2. ¿Vives con algún miedo?

Las circunstancias externas no garantizan el gozo personal.

carlomangnocoach@gmail.com

Carlomangno Osorio Uran

Coach. Conferencista y tallerista en temas de liderazgo, salud emocional y cultura organizacional en países como Colombia, México y Guatemala.

omentarios

  1. Sin duda alguna, en este artículo se plasma la realidad latente en la que vivimos. Como se menciona es importante estar tranquilos, y aceptar lo que está sucediendo. Pero es importante no caer en el papel de no tomar la relevancia a este tema tan importante.
    Con respecto a lo otro, siento que muchas veces no estoy disfrutando el vivir, simplemente estoy ahí, existiendo. Creo que se debe mucho a que a veces estoy preocupada por cosas sin importancia, que no me dejan fluir. Y por supuesto que vivo con un miedo, perder a las personas que más amo.

  2. Es sublime este texto.
    La humanidad ha pasado por muchas pandemia (viruela, sarampión, gripe española, etc) y las ha superado, volviendonos más fuertes. Con con esta fuerza creció nuestro ego la sociedad cree que no la puede tenerle mucho menos para el progreso hacemos lo que queremos con nuestro ambiente sin pensar dos veces qué consecuencias puede haber. Claro, muchos intentamos reducir nuestro impacto y es bueno, sin embargo, las grandes empresas no les importa o hacen lo mismo para evitar contaminar (Coca-Cola)
    Como bien se dice en el artículo, muchos quisiéramos que esto sólo fueron simple sueño pero si lo fuera, ¿realmente tomaríamos conciencia? Hemos pasado tantas pandemias, desastres naturales, guerras entre otros acontecimientos y nuestra avaricia sigue en aumento no nos importan las muertes que está genera, la pérdida de especies y de nuestro ambiente.
    Las personas no hacen caso. No les importa acatar las instrucciones. Podemos excluir a quienes deben de ir a trabajar o personas que tienen que salir por una urgencia.
    Una gran razón por la que merecemos este virus es que ya sacaron el “Coronavirus Challenger”. Esta generación es tan negligente que no cree en vacunas ni en la existencia de un virus potencialmente mortal.

  3. Todos vivimos con miedos y estos se presentan diariamente lo importante es superarlos y vivir tu vida, ya está es muy corta y nunca sabes cuándo llegará a su fin. Esto del COVID-19 es un problema por el cual hay que preocuparse, pero todo saldrá bien, la gente se recuererá de esto…

  4. Profesor, tras leer este articulo me percate de 2 cosas, la verdad que recorre las calles con respecto a el coronavirus y la verdad que recorre con respecto a lo que cuentan del coronavirus, ya sabe, esas que dicen ser “leyendas”.
    Es verdad que el virus es mortífero, si… si es verdad. También es verdad que el virus tiene una tasa de mortalidad muy grande para los seres humanos, vivimos en una época donde nos impresiona más ver y escuchar que una persona muere del covid-19, que un atleta mexicano gane una medalla de oro por su disciplina y astucia, porque nos mueve el amarillismo.
    Estoy en total acuerdo con todo lo dictado en su importante redacción, vemos más calles cerradas que familias felices, vemos más iglesias cerradas que seguridad en el país, vemos más coches aparcados que niños jugando en el parque. Nos mueve lo que más nos asusta e irónicamente nos da vida escuchar lo que muy probablemente nos la arrebate y, en general, le doy un aplauso muy grande por su escrito, muy bien redactado y resume perfectamente lo que está ocupando la importancia en este país.

Deja un comentario

Back to top button