Observar. Las cosas no son como son, sino como las vemos.

Las cosas no son como son, sino como las vemos.

La mirada más común entre las personas es la que se enfocan los problemas, llevando esto a que vivan inmersos en una búsqueda constante de soluciones, que lo único que hace es sacarlos del camino de la reinvención personal.

Todo cuanto sucede en el camino de la vida sucede por alguna razón, sin embargo, nos hemos ido convirtiendo en criticones de todo lo que sucede, sea o no relevante, y eso se convierte en el veneno constante que bebemos, acabando así con la vida, llenándonos de desilusión y haciéndonos experimentar perdidos en esta búsqueda por habitar nuestro propio ser.

Resulta obvio, queremos experimentar cosas positivas y buenas en nuestra vida, lo que dejamos de lado es, que, para apreciar la plenitud de la vida necesitamos también apreciar y extraer de las experiencias no tan buenas, el sustrato esencial que como aprendizaje traen estas situaciones dolorosas y frustrantes, que vienen precisamente para hacernos más fuertes y así pasar al siguiente nivel de la vida.

Detente y lee con calmas los siguientes puntos: 

Toma tu cuaderno de reinventado y reflexiona: 

  1. Elabora un listado identificando las situaciones que percibiste como malas y que trajeron grandes aprendizajes para tu vida. 
  2. Identifica los aprendizajes que tuviste de las experiencias anteriores. 
  3. Si tuvieras 10 años más de los que tienes hoy, qué consejo le darías a tú hoy, para que extrajera el aprendizaje que necesita de las situaciones que vive.

Recuerda hoy es un día maravilloso, hoy es el séptimo día.

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