Una de las principales razones por las que los negocios de familias enteras no logran alcanzar la punta del éxito y la prosperidad es la mala administración, y aunque puede tratarse de un desafío muy amplio, en realidad es el talón de Aquiles del 95% de los casos.
Según Family Business Network, que un negocio familiar llegue a la tercera generación es una proeza, pues la mayoría no tienen ni los objetivos, el interés ni tiempo que el fundador tuvo y que la generación subsecuente mantuvo.
También la evidente falta de sucesión ordenada, planeación y claridad en las funciones de una organización, sobre todo para la toma de decisiones fluida, que junto a los aspectos personales poco objetivos hacen que los negocios mueran.
La Asociación de Emprendedores de México, señala que son la mala administración, problemas entre los socios y la falta de conocimiento técnico, además de problemas con el equipo de trabajo, los factores para el truene de los mismos.
Que en el caso de las empresas familiares, se trata de la carencia de estructura y planeación, que impiden no solo en mantenimiento, sino el crecimiento y continuidad.
Los límites de gobierno, claves de la administración significan un crecimiento del 30% superior a no tenerlos ni ejercerlos.
