Seamos los líderes que el mundo post-pandemia necesita

La cualidad suprema del liderazgo es la integridad” 

Dwight Eisenhower 

El 2020 no fue un año fácil para nadie, este ha sido, sin duda, el más complejo desafío para la mayoría de las empresas y los emprendedores. 

El mundo entero ha enfrentado una doble crisis, de salud y económica. Cada decisión que toman los líderes empresariales, políticos, económicos, religiosos, militares y sindicales no solo puede implicar dar o retirar bienestar a cientos o miles de familias, sino proteger la salud de la población, sus ingresos, preservar su sustento y, en muchas ocasiones, hasta defender la vida misma. A los anales de la historia pasarán las escalofriantes cifras de fallecimientos y contagiados por la pandemia. 

Surge una NUEVA generación de Líderes

Es en este contexto que surge una nueva generación de líderes, que han requerido de nuevas habilidades para llevar a buen puerto a las empresas, las instituciones y a toda la población que valientemente guían. 

Como pocas veces en la historia, la vida y la salud de las personas está de forma compartida en sus manos y en las manos de sus líderes. Por lo tanto, se requiere de líderes éticos que antepongan la seguridad de su personal. Se tienen que implementar protocolos muy estrictos para el regreso seguro al trabajo, y habrá quien tenga que quedarse en casa haciendo home office por seguridad.

Modelo a imitar

El liderazgo ético le da forma al comportamiento ético de la organización y de la comunidad. Los líderes son modelos a imitar. Si se desea que una organización o iniciativa, y quienes trabajan en ella, se comporten éticamente, entonces en muy alta medida ello dependerá del modelo de comportamiento ético del líder. Un líder y una organización que tienen una reputación de comportarse éticamente, de hacer las cosas que se deben hacer y dejar de hacer las que no se deben hacer, puede ser un modelo para otras organizaciones y también para la comunidad.

El comportamiento ético establece confianza. Al final, el liderazgo se basa en la confianza. Las personas seguirán a un líder ético porque saben que pueden confiar en él para hacer lo correcto.

El liderazgo ético otorga credibilidad y respeto, tanto para la organización como para su líder. Si el líder se ha establecido como una persona ética, los individuos y los grupos, tanto dentro como afuera de la organización, proveedores, clientes y vecinos, lo respetarán, y también a su organización, debido a su integridad, a sus valores, a sus acciones y a los resultados de sus acciones.

El liderazgo ético puede motivar a la colaboración. Otras organizaciones sentirán más deseos de colaborar con el líder y su organización si saben que éstos siempre llevan a cabo las acciones correctas.

El líder ético crea un buen ambiente dentro de su organización. Si en la empresa, la institución o el grupo todos saben que se compartirá y no se abusará del poder, que el trato será respetuoso y abierto, que tendrán el poder para hacer su trabajo y que la organización, operará éticamente en la comunidad, es una garantía que las personas se sentirán a gusto y más seguras para trabajar juntas y para dedicarse a la empresa y su trabajo.

El liderazgo ético es la manera correcta de hacer las cosas. Todos tienen una obligación consigo mismos, con la organización, con la comunidad y con la sociedad para desarrollar un sistema ético coherente que busque hacer del mundo un lugar mejor.

Recordemos siempre estas sabias palabras de Albert Schweitzer “El ejemplo no es lo principal para influenciar a otros. Es la única cosa.”

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