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Comics

Simonson se despide de Thor como los grandes.

Una de las grandes etapas del comic de Thor fue publicada en la década de los ‘80s y duró casi 4 años ininterrumpidos. En su primera parte, estuvo a cargo del escritor y dibujante Walter Simonson, quien fue ayudado posteriormente en el arte por el legendario Sal Buscema. Se sabe que todo llega a su fin y en 1987, Simonson se despide de Thor como los grandes.

(Último número de Simonson en Thor, conmemorando las 300 apariciones del héroe)

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Todo comenzó el 2 de agosto de 1983 con el arribo del nuevo número de Thor, el 337. Desde su portada, se auguraba un importante cambio: un personaje vestido de Thor, con apariencia de caballo, asesta un golpe mortal en dirección al lector y rompe el llamado cuarto muro al destruir el logotipo y demás elementos del diseño de la carátula.

Era Beta Ray Bill.

(Al mes siguiente, el logotipo de la revista cambió por vez primera en su historia, mostrando la confianza de Marvel en la nueva etapa).

(Primer número de Simonson en Thor con el debut de Beta Ray Bill)

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Desde ese momento, no hubo pausa, la versión del dios nórdico de Marvel enfrentó situación tras situación. Como sucedió con Frank Miller en Daredevil, Simonson se convirtió en toda una celebridad con este comic, afianzando su reputación como dibujante y escritor.

Para Simonson, la asignación era un sueño convertido en realidad. Amante de los monstruos, la mitología y los dinosaurios (su firma es hecha en forma de dinosaurio), el artista era gran fan de Marvel desde sus inicios y devoraba los comics de Thor hechos por Stan Lee y Jack Kirby. Se sabe que Kirby también era un apasionado de la mitología (tan solo basta ver sus inspiraciones incas en The Eternals). Su entrega a las historias de Thor hizo del comic del dios nórdico el más vendido, tan solo detrás de Fantastic Four y Amazing Spider-Man.

(Jack Kirby sentó precedente importante en Thor)

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Simonson, al leer los comics de Kirby y Lee en Thor, generaba sus propias ideas sobre los personajes en su juventud, muchas de las cuales plasmó cuando fue asignado al título. Además, el futuro escritor mezclaba la versión de Marvel (mucho más ligera que la original) con su propia concepción de la mitología y de las leyendas nórdicas; es por ello que su trabajo se centra tanto en Asgard y sus habitantes.

Sin embargo, su trabajo no sería derivativo, sino una inspiración para nuevas propuestas. Como Beta Ray Bill, quien se topa con Thor en el primer número de Simonson. Ante la sorpresa de varios, Ray Bill se convierte en Thor al golpear el bastón del doctor Donald Blake. Poco después, tras considerarlo digno, Odin asigna su propio martillo a Beta Ray Bill al cual nombra Storm Breaker.

(Beta Ray es digno de levantar a Mjolnir. Primer número con el logo nuevo)

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El de Simonson es un trabajo de amor a los comics y a la imaginación. Es palpable, número tras número. El editor y escritor Mark Gruenwald fue quien le ofreció la oportunidad para regresar al título que había ilustrado tiempo antes (Thor #260 a #271 y Annual #7, de 1977 a 1978), pero en esa ocasión, para contar sus propias aventuras.

Para ese entonces, los planes originales de Walter tuvieron que ser modificados debido a cambios que habían ocurrido en la revista de Thor. No obstante, el artista había pulido varios aspectos de su técnica: mejoró en su narración, dominó con maestría las tintas (que en algún momento le representaron un obstáculo) e incorporó elementos de algunas culturas, así como de la ciencia ficción.

(Nick Fury recluta a Thor en su identidad de Donald Blake)

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El largo relato de Simonson con Thor, comienza más terrenal al involucrar a Nick Fury y S.H.I.E.L.D. El director recluta a Thor por medio de su alter ego, el doctor Donald Blake. Ante la sorpresa de Blake, Fury le dice que ha conocido su identidad secreta durante algún tiempo; después de todo, es parte de su trabajo.

El Thor de Simonson vale apreciarlo en todos sus componentes; no es un comic común en su estructura, lo cual puede resultar refrescante (o demandante). Los diseños de sus páginas e incluso la anatomía y composición son simétricas, geométricas, sin perder lo orgánico o llegar a lo “cuadrado”. Sus naves y construcciones tienen peso real, mientras que sus figuras humanas son dinámicas y actúan de acuerdo al momento.

(Thor conoce a Beta Ray Bill)

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Simonson no desperdicia espacio, si no lo ocupa con arte, lo hace con texto. La unión entre ambos aspectos es lograda gracias a John E. Workman, quien se hizo famoso plasmando las características onomatopeyas del artista. Aquellas tintas que alguna vez fueron obstáculo para Walt, en su trabajo terminado son dignas de análisis. Asimismo, en las pocas ocasiones en que no se entintaba a sí mismo se apoyaba en otro grande de la técnica, Terry Austin. Austin hizo dos números, mientras que Bob Wiacek se encargó de las tintas en otros dos (entre ellos, el último de Walt en el arte).

(Beta Ray golpea el bastón de Blake y se transforma en un nuevo Thor)

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El escritor y dibujante se ha destacado por lo estilizado de su trabajo, sus trazos son inconfundibles y han tenido enorme demanda durante décadas. Dicha popularidad hizo que Simonson no ilustrara toda su estancia en The Mighty Thor, pues fue solicitado para hacer otros muchos trabajos, como una miniserie derivada de 4 números e ilustrada por Sal Buscema con Workman en los rótulos; el foco es puesto en Balder The Brave. Esta se publicó del 3 de septiembre de 1985 al 11 de febrero de 1986.

Por otra parte, al ver Marvel encargó a Simonson el título creado por Jack Kirby, The Eternals, comic que habían revivido poco antes. Walter se hizo cargo de los últimos números de la serie, del #9 al #12.

(Primer número de Walt Simonson como artista de X-Factor, parte del crossover Mutant Massacre)

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Walter también fue reclutado para ilustrar X-Factor, escrito por su esposa, Louise. Es por ello que, al crear el primer crossover de mutantes (en 1986), llamado The Mutant Massacre, se involucraron los comics de X-Factor y The Mighty Thor, pese a que este último no tenía una relación muy directa con los mutantes.

Sal Buscema, además de la miniserie de Balder, ayudó con los lápices y tintas en Thor #355 y de manera permanente, desde el #368 y hasta el final de la era Simonson, con Thor #382. El entonces ya veterano Buscema adaptó ligeramente su estilo de dibujo para tener semejanza con el de Simonson y así lo ha mantenido desde entonces (actualmente, Buscema está semiretirado y solo hace tintas ocasionales, sobre todo sobre los lápices de Ron Frenz).

(Miniserie de Balder the Brave por Simonson y Buscema)

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La temporada de Simonson en Thor tiene un par de pausas con números en los que se publicaron otras historias; esto se hace con el fin de recuperar tiempo de producción. La ediciones en las que ocurre el hecho son, The Mighty Thor #356 y #370.

Fue en The Mighty Thor #382, publicado el 19 de mayo de 1987, que Simonson se despide del título como los grandes, celebrando las 300 apariciones del héroe en su propia revista (el primero fue Journey into Mystery #83, del cual hablaremos dentro de unos días, cuando se cumplan 60 años).

(Una historia importante fue la saga de Surtur)

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En total, Walter Simonson produjo 47 comics de Thor, incluyendo la miniserie de Balder The Brave. Muchos de sus elementos han sido adaptados para las películas de Thor, las de Avengers y en la serie de Loki, por lo que resultan familiares cuando se leen.

(Kurse fue relevante en esta era)

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Al mes siguiente, otro importante equipo creativo aterrizó en las páginas del hijo de Odin, recién salido del comic de Amazing Spider-Man, más de eso hablaremos próximamente. Hoy nos quedamos con los 35 años de la despedida de Walter Simonson, Sal Buscema y John E. Workman en The Mighty Thor #382, publicada el 19 de mayo de 1987.

(Un cambio inesperado)
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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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