Si eres mamá luchona que trabaja y todavía llega a casa a atender a sus hijos, te tenemos buenas noticias.
La Primera Sala de la Suprema Corte enfatizó el valor de una doble jornada que realizan las mujeres que cuidan de su hogar y tienen algún desempeño profesional y el derecho que tienen a que se les compense dicho trabajo cuando se disuelva el matrimonio.
Esto deriva de un amparo en revisión en el que una mujer pidió que su marido la compensará con el 50% de los bienes que adquirió durante 40 años de matrimonio, ya que aunque realizó algunas actividades profesionales, se dedicó principalmente al cuidado de sus tres hijas.
El ministro Arturo Zaldívar consideró que en este supuesto la mujer no se encontraba en igualdad de circunstancias pues no recibió una remuneración económica a pesar de que llevó la mayor carga doméstica y familiar, lo cual implicó que no pudiera desarrollarse profesionalmente en igualdad de condiciones, y por ende, no pudiera adquirir la misma cantidad de bienes.
Además no recocer está situación invisiviliza el valor del trabajo doméstico y las dificultades de tener una doble jornada.
En conclusión se determinó que se tiene derecho a la compensación cuando el cónyuge que la pida demuestre que se dedicó a las tareas domésticas y que ésto le generó algún costo de oportunidad. Lo anterior, aún cuando haya dedicado alguna proporción de su tiempo al trabajo remunerado fuera de casa.
