Trabajadores de la planta automotriz de General Motors (GM) en Silao, Guanajuato, anularon el contrato colectivo con el sindicato “Manuel Trujillo López”, afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Con 3 mil 214 votos a favor y 2 mil 623 en contra se decidió la rescisión del contrato, por lo que tendrán la oportunidad de organizarse para armar un sindicato independiente.
Tras dos días de votaciones, las cuales concluyeron la noche de ayer y fueron supervisadas por el Instituto Nacional Electoral (INE), los cerca de 6 mil 500 empleados de la planta cancelaron su contrato sindical luego de que existieran quejas, tanto de los obreros como de autoridades estadunidenses, por los bajos salarios, las violaciones a los derechos laborales y las condiciones deficientes de la fábrica.
La votación fue una prueba importante para las nuevas disposiciones laborales en el marco del renovado acuerdo comercial de América del Norte, conocido como el T-MEC, que Estados Unidos citó para presentar una disputa laboral. La de Silao es una de las tres plantas de GM que más producen camionetas pickups, por lo que es fundamental para el balance de la empresa.
En México, las confederaciones laborales como la CTM, la más grande del país, han llegado a acuerdos durante décadas con empresas que han mantenido bajos los salarios de los trabajadores, asunto que ha desconcertado y molestado a empresarios estadunidenses de México, por lo que se espera que el caso siente un precedente para otras plantas automotrices.
Como parte del T-MEC, el presidente Andrés Manuel López Obrador impulsó en 2019 una ley para que los sindicatos realicen votaciones secretas para validar sus contratos laborales, esto con la finalidad de expulsar a los sindicatos que no representan legítimamente a los trabajadores. De mil 504 elecciones en plantas de todo el país, solo seis terminaron en rescisiones de contratos.
