Un año de clases a distancia: desigualdades y deficiencias

A un año de la llegada del virus SARS-CoV-2 a México y de la interrupción de las clases “presenciales”, las escuelas de nivel básico han tenido que recurrir a varias estrategias y las públicas han exigido a las niñas y niños, tomar clases a distancia vía el programa “Aprende en casa” emitido por el gobierno a través de canales de televisión. Sin embargo, no es así para todos los pequeños estudiantes.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que, para enero del presente año, 25 millones 253 mil 306 alumnos y un millón 225 mil 341 docentes de educación básica iniciaron clases de manera virtual.

El vicepresidente del Colegio Médico de Querétaro y padre de tres hijos que cursan nivel básico de educación, Rodrigo González Sánchez, considera que para un regreso a clases “seguro”, primero se deben vacunar a los docentes y a los alumnos. Para esto, el doctor espera que “a lo mejor en octubre, noviembre y diciembre ya se esté planteando la vacunación en niños.”

Desigualdades causan deficiencia educativa

De acuerdo con la maestra Karla Negrete Huelga, especialista en tecnologías, comunicación educativa -ganadora de un premio nacional en Comunicaciòn en 2010 por una tesis sobre Enciclomedia- y madre de familia de una niña, “el gran problema es la falta de alfabetización digital que se vive, en muchos de los papás que están con hijos en este tipo de escuelas públicas.”

De igual manera, describió que fue un proceso tecnológico de aprendizaje forzado para los niños y maestros, adaptándose a una nueva normalidad.

De acuerdo con encuestas y cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2019 el 44.3 por ciento de los hogares cuenta con alguna computadora o dispositivo electrónico.

Estas cifras demuestran las desigualdades existentes en el país, situación que de acuerdo con el maestro César García, docente de la UAQ, la Universidad Liceo y el ITESM campus Querétaro, es en “gran parte” la causa de la deficiencia educativa con la que se enfrentan las y los estudiantes.

Con base en las cifras de la SEP, se estima que más de 6 mil 28 estudiantes de educación básica abandonarán sus estudios a causa de la crisis económica y falta de condiciones.

Además, el gobierno federal desarrolló una estrategia educativa en conjunto con Televisa y TV Azteca, llamada “Aprende en Casa”, para apoyar a los estudiantes que no cuentan con acceso a los dispositivos electrónicos o a internet.

María Antonieta Mendoza, maestra en la Universidad Liceo Estudios Superiores, manifestó que “está cañón de que vean la tele durante mucho tiempo”. Como madre de familia, la maestra prefiere que sus hijos realicen sus tareas y trabajos sin necesidad de permanecer frente al televisor.

Sin embargo, a pesar del arranque y puesta en marcha de los programas, existe una deficiencia comunicativa con los alumnos. “Se da la oportunidad de continuar estudiando en casa, pero el problema es, híjole, cuando el niño necesita retroalimentación, ¿Cómo hacerlo?”, expresó con preocupación Karla Negrete.

Emociones tras la pantalla

A pesar de continuar con la educación a distancia, los alumnos han vivido problemas emocionales, los cuales no se han tratado con la importancia necesaria. Así, se añade otro problema: la deserción.

María Guadalupe Reséndiz, psicóloga infantil en el Colegio Salesiano, afirmó que “lo que pasa con los niños es que no están encontrando la manera de sacar sus emociones”. Por consiguiente, la psicóloga consideró que los niños no saben cómo expresarse o socializar con otros: al no estar en contacto físico con compañeros, no se tiene la necesidad de generar empatía o desembocar un conflicto y resolverlo.

Tal es el caso de Regina, que cuando asiste a la institución para recoger sus materiales, en compañía de su padre César, no identifica a sus compañeros en persona. Una situación que le preocupa a sus padres, pues sienten un desapego por parte de su hija hacia las personas.

Una etapa fundamental para el desarrollo social de los niños, como explica la maestra Karla Negrete, es en la educación primaria, “donde se vive este aprendizaje y no desde casa, sino a partir de prácticas de socialización, tal cual con el otro.”

“No aprendemos sin una emoción. Y si las emociones no las podemos manejar… van a impedirse muchos objetivos del aprendizaje”, destacó César García.

En otro caso, está Emiliano, estudiante de primaria, quien se ve afectado por el estrés, que se ha traducido en resequedad y heridas en las manos. Esta situación tiene preocupada a su madre Antonieta, por lo que ha buscado diversas soluciones para erradicar el estrés en sus hijos y sus alumnos.

No obstante, estas problemáticas no solo han afectado a los niños, sino también a los padres de familia y profesores. En este sentido, el maestro César García recordó que ha tenido días que se ha sentido frustrado, con inquietudes y desequilibrio emocional.

Ante esta situación, la psicóloga Guadalupe explica, “¿Por qué nos cuesta tanto tiempo estar dentro? ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo estar fuera? Simbólicamente implica cómo no me conozco, cómo no sé lidiar conmigo.”

Menciona además, que la pandemia y la tecnología no son las culpables de dicha situación, sino los problemas que se han venido arrastrando desde hace tiempo.

Las opciones en casa

Para poder sobrellevar esta situación en casa, es necesario que los padres y los profesores comprendan a los niños, poniéndose en su lugar y creando estrategias que los ayuden a manejar sus emociones y liberar el estrés.

“Todos tenemos un límite y en el caso de los niños se necesita saber escucharlos para entender cómo se sienten”, alertó la profesora María Antonieta Mendoza.

Por su parte, la psicóloga recomendó que los niños jueguen y hagan cosas “nuevas”, así como tener invenciones, planear travesuras, o buscar otra dinámica fuera de los aparatos electrónicos. Esto debido a que el niño está perdiendo el juego y cuestiones creativas.

De igual manera, la maestra Karla cree que los niños son los más afectados ante esta situación, por lo que recomienda elaborar una agenda en donde los niños puedan tener actividades recreativas en los tiempos libres, tales como educación física, juegos o música. De esta forma, se impulsará el desarrollo de habilidades motrices y cognitivas que ayudarán durante el proceso de su aprendizaje.

El mejor camino para regresar

La contingencia sanitaria por la pandemia trajo consigo cambios, entre ellos, las nuevas formas de educar; pero cuando se deba regresar a los espacios públicos, hay cambios que no desaparecerán.

Rodrigo González Sánchez, pediatra infectólogo, sugiere “capacitar al niño mayor de dos años en el uso de cubrebocas; tener horarios intercalados, para que puedan ir dos horas en un día diez niños en un salón, y otras dos horas otros diez; para que un grupo de 30 vaya incorporándose de forma paulatina”, esto, para que los niños puedan regresar a las escuelas de una manera segura y eficaz.

Para evitar la pérdida de creatividad en los alumnos de primaria, se deben idear estrategias educativas para que sean realizadas en compañía de su familia. De igual forma, es importante prestar atención a las acciones y emociones que muestren, para así, poder brindarles el apoyo necesario.

Se debe de reconocer que los estudiantes, padres y profesores han hecho esfuerzo durante el proceso educativo a distancia.

“El mundo nos dijo ‘paren’. Paren con la dinámica que tienen, y volteen a ver que son seres, tal vez muy románticamente, que están de manera pasajera, que somos muy débiles y propensos a cualquier cosa que venga a decidir que ya no estamos”, concluyó la psicóloga Guadalupe Reséndiz.

*Texto desarrollado por estudiantes del sexto semestre de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en Universidad Liceo.