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Mundo

Vivir, migrar y morir como “desconocidos”

Hay familias que no saben que un pariente murió al intentar cruzar la frontera. Tal vez lo sospechan por haber perdido el contacto, quizás lo estén buscando, pero no tienen la certeza de su paradero. 

La Secretaría de Relaciones Exteriores tiene registro de 109 personas que fallecieron en 2016 al intentar cruzar la frontera sin documentos y que se presume eran mexicanos; 110 personas en 2017 y de 195 personas en 2019. 

La muerte de estas 415 personas en calidad de “desconocido” es las última expresión de un derecho negado por no llevar documentos: el derecho a la identidad.

Sin embargo, el camino de dificultades por no contar con una credencial que corrobore nombre, edad y nacionalidad, es largo. 

Cruces en la frontera. Foto: Daniel Lobo.

Salud, trabajo, identidad, movilidad

Anahí Castillo Soltero, coordinadora del Centro de Atención Marista al Migrante (CAMMI), explicó que debido a la falta de identificación, quienes están en proceso de movilidad se ven vulnerados por falta de acceso a servicios de salud, empleo. 

“Van teniendo poco acceso a la integración dentro de las ciudades, ya sea de paso o convertirla en su lugar de acogida, los va vulnerando poco a poco en salud, empleo, en la misma movilidad”, indicó Castillo Soltero. 

Desde que se hizo obligatorio presentar una identificación al abordar un autobús se ha complicado la movilidad de los migrantes y “eso los obliga a tomar otras medidas para cambiar de ciudad lo que los hace menos visibles, pero más visibles al crimen organizado”, situación que llega a terminar en secuestros o desapariciones. 

El caso de los menores en situación de movilidad es particularmente complicado: “El derecho a la identidad se ve violentado, incluso por ejemplo con los niños que nacen con esta situación de movilidad, el derecho a la identidad les es negado porque sus padres son extranjeros”, explicó Anahí Castillo. 

Por ello, consideró necesario que las autoridades de los tres niveles de gobierno desarrollen protocolos para que la falta de una identificación no signifique la negación sistemática de los derechos humanos. 

“Lo vemos con los mexicanos que son sin ningún papel, han pasado 20 años en EEUU y llegan a un país que sí es lugar de origen, pero ya no es el país donde conocen la dinámica y se va imposibilitandos, porque para sacar tu INE tienes que tener comprobante de domicilio, pero ¿cómo?, si te acaban de deportar y en la frontera no te dieron ningún papel?”, explicó. 

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Gabriel Morales López

Periodista, académico y empresario | Llevo trabajando en la web desde 1998 | Master en Periodismo por El Mundo y Universidad San Pablo CEU, becario de la Fundación Carolina 2005-2006. | Sígueme en LinkedIn.

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