¿Recuerdas el eclipse total de sol de 1991, en Querétaro?

En esta nota, te contaré el contexto de vida del Querétaro de esa época de 1991, y cómo vivió la ciudadanía ese fenómeno astronómico.

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El 11 de julio de 1991 quedó grabado en la memoria colectiva de los queretanos, como un día de maravilla y asombro, cuando el reloj marcaba la 1 de la tarde con 21 minutos y el día se convirtió de repente en noche.

Fue una noche de 6 minutos, en la que la oscuridad impuso primero el silencio y el estupor, y luego el ruido, la alegría y la emoción desbordada, la luz dio paso a la oscuridad, el sol a la luna, y miles y miles de mexicanos, desde Baja California Sur hasta Chiapas, pudieron vivir ese impresionante fenómeno natural que decían los de aquella época que solo se repetiría hasta el 8 de abril de 2024.

Hoy han transcurrido 33 años desde aquel lejano 11 de julio de 1991; echemos un vistazo a ese evento a través del tiempo para tratar de entender qué sucedía en México y en Querétaro, y saber cómo lo vivieron cientos de ciudadanos en esta zona del país.

Imagen Hemeroteca del Estado de Querétaro

Es importante destacar estos acontecimientos que sucedían en México en 1991:

¿Que sucedida en la ciudad de Querétaro en 1991?

Imagen Hemeroteca del Estado de Querétaro

Pero regresemos al fenómeno más importante del siglo pasado, ya que este eclipse no solo fue un evento astronómico excepcional, sino también un momento de unión y asombro para la comunidad queretana.

Durante esos breves minutos de oscuridad, la naturaleza nos recordó su poder y su belleza, dejándonos con un profundo sentido de admiración y gratitud por el universo que habitamos.

En Querétaro, el ambiente se llenó de expectación mientras los tonos del sol cambiaban gradualmente, preparando el escenario para el momento culminante, que tuvo su clímax a partir de las 13:21 Hrs., de ese 11 de julio de 1991.

Imagen Diario de Querétaro

Para ese momento, el ambiente se transformó, la temperatura en las colonias y comunidades descendió notablemente y las calles se oscurecieron mucho antes de lo esperado.

Un punto importante donde se presenció el evento fue en el primer cuadro de la ciudad, el templo de San Francisco y el tradicional kiosco del jardín Zenea fueron testigos de la congregación de cientos de personas que, maravilladas, levantaron la vista al cielo para contemplar el eclipse total de sol.

Para ese momento, la atmósfera se cargaba de una energía especial, jóvenes, turistas y fotógrafos se congregaron alrededor de la fuente de la diosa Hebe, maravillados por el espectáculo celestial que se desarrollaba sobre sus cabezas.

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Mientras la naturaleza continuaba con este gran evento, las palomas y otras aves se refugiaban en los muros de la iglesia de San Francisco y del Gran Hotel, así como en arboledas y cables de energía eléctrica, esperando el regreso de la luz solar.

Los diferentes comercios detuvieron su actividad habitual para permitir que sus empleados se unieran a la celebración, lo mismo hicieron bancos y oficinas de gobierno.

Vueltos los ojos hacia el cielo, los pies en la tierra y el corazón a punto de volar en mil pedazos de puros nervios, decenas, cientos, o tal vez miles de mexicanos y queretanos exclamaban un ah de asombro al inicio del momento culminante.

Ante la advertencia de no mirar directamente al sol, en esa época se distribuyeron infinidad de lentes autorizados por la Secretaría de Salud, entre ellos, destacaron los obsequiados por el Banco de Comercio, Coca Cola y la televisora TVQ, quienes proporcionaron lentes especiales para observar el eclipse de manera segura.

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Después de la conclusión de esa pequeña noche que tan solo duraba 6 minutos, paulatinamente todo regresó a la normalidad.

Pero el tema era tendencia, volviéndose una charla obligada a la hora de la comida y la cena, así mismo, esperaban que llegara la hora de los noticieros nocturnos de la época para seguir ampliando los detalles de lo acontecido ese día.

Al regreso de la luz, nuevamente las aves un poco desconcertadas volvían a dejar sus lugares donde pernoctaron para comenzar un día nuevo, mientras la temperatura nuevamente ascendía y la ciudad volvía a recuperar su normalidad.

Ahora, 33 años después, este fenómeno natural se volverá a repetir y será este próximo lunes 8 de abril del 2024 cuando este evento se pueda observar.

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¿Tú recuerdas el eclipse del 11 de julio de 1991? ¿Desde dónde y con quién te tocó presenciarlo?.

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