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Economía

Nearshoring, una forma de vender en EU sin salir de casa

A lo largo de los meses recientes, el nearshoring se ha posicionado como un cambio de paradigma y ha cobrado notoriedad en México, donde la cercanía con Estados Unidos, la mano de obra calificada y el potencial de mercado han sido factores que colocan al país en una posición sumamente favorable.

“Factores como la relación entre China y Estados Unidos; el encarecimiento de productos y los ajustes en las cadenas de suministro hacen que el nearshoring sea cada vez más una alternativa sumamente viable, que por un lado permite a las empresas reducir costos, a la par que garantiza la disponibilidad de suministros y facilita su distribución en el mercado”, explica Agustín Barrios Gómez, CEO de International Capital Partners (ICP) y socio de la Asociación de Empresarios Mexicanos (AEM-USA).

Indica que un crecimiento del nearshoring en la región, ayudará a atender el nivel de demanda pendiente y reducir la presión por el suministro de bienes y productos. “Con este panorama de incertidumbre económica se vuelve imprescindible tener proveedores más cerca de casa, lo cual también puede favorecer para recuperar los niveles de actividad económica que se tenían previo a la pandemia y fortalecer el T-MEC”, argumenta Agustín Barrios.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que América Latina y el Caribe podrían recibir a corto y mediano plazo más de 78 mil millones de dólares al año por concepto de nearshoring. En este sentido, México sería el país más beneficiado debido a que obtendría hasta 33,500 millones de dólares anuales por este concepto.

Dicha organización también señala que el 82% de las nuevas exportaciones generadas por el nearshoring estaría relacionada con el comercio de bienes, en tanto que 12% sería de servicios, con oportunidades para la región en industrias como la textil, farmacéutica, energías renovables y automotriz.

Retos y oportunidades a la vista

El socio de la AEM-USA argumenta que la relocalización de empresas en el país es un proceso que representa un gran reto de adaptación para todos los sectores.

“Los principales desafíos que tendrán las empresas para lograr el nearshoring están relacionados con la claridad en el modelo del negocio; afianzar la posición donde se encuentran las organizaciones; analizar dónde están las asignaciones; revisar el acceso a energías costeables y sobretodo estar muy pendientes de la demanda de productos que solicite el mercado; hay que tener un buen pulso a esta situación”, afirma Barrios Gómez.

Respecto a las proyecciones para la economía en 2023, el empresario afirma que la posibilidad de una recesión se ha reducido de forma considerable; no obstante, en un escenario así de complejo, el nearshoring tiene el potencial de reducir costos y con ello el impacto que tendría una potencial alza de costos, así como garantizar la disponibilidad de productos, incluso ante una nueva interrupción en la cadena de suministros.

El experto puntualiza que, además del nearshoring, el panorama económico del 2023 es propicio para que en Norteamérica se desarrolle el ally-shoring, es decir, el reforzamiento de las cadenas de suministro con países aliados. En el caso particular de México, esta alianza con Estados Unidos ayudaría a buscar áreas de oportunidad para competir con las cadenas productivas de Asia.

Por su parte, Salomón Sacal, Chairman de la AEM en México agrega que el impulso al nearshoring ha sido uno de los ejes de la asociación, y a través de diversas actividades y acercamiento con empresarios binacionales, han generado redes de apoyo para impulsar esta estrategia. 

“En la AEM-USA confiamos en ser un gran aliado para el nearshoring y vemos un panorama de grandes oportunidades con la relocalización de empresas porque somos una organización que conocemos a detalle lo que hace tanto la comunidad empresarial mexicana como sus homólogos”, puntualiza Sacal.

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