¿De qué estamos seguros en la vida? Solo del constante cambio. Comprender cómo funciona nuestro cerebro, te dará el poder de utilizar cada proceso para detonar en positivo un sinfín de posibilidades en la gestión empresarial.
La conexión entre neuronas cambia a partir de la experiencia.
La neuroplasticidad es precisamente la capacidad que tiene el cerebro de refrescarse, creando nuevas conexiones con diferentes estímulos, no importa cuántos años tengas. Piensa solamente algo, cuando tu entorno cambia, ¿tu cerebro hace lo mismo?, ¡claro!
Llegamos a la evolución a partir de muchos factores, el ser humano es de adaptaciones, hacen falta 21 días para crear nuevos hábitos que, se reorganizan de acuerdo a las respuestas de tus necesidades en constante cambio pues, observas, analizas, aprendes, te adaptas y con ello ya generaste entonces una nueva experiencia.
Sal de la caja, piensa creativo.
Una empresa también vive procesos evolutivos, en los cuales se provocan nuevos comportamientos, sabiendo aprovechar estos momentos, cada cerebro de la compañía se vuelve más flexible y capaz de resolver problemas complejos de forma distinta y creativa.
Si bien, para contribuir a estas nuevas conexiones neuronales, hace falta tener una correcta formulación de preguntas, definición de estrategias y un estilo de vida sano, vale la pena intentar tener una mente flexible a voluntad, pues la gestión empresarial se trata de afrontar cada proceso de cambio con formas innovadoras, no inventarás el hilo negro, pero sí una forma distinta de tomarlo.
En un mundo competitivo y de constantes cambios, la innovación estará ligada al aumento de la productividad y a la reducción de la rotación del personal, fatiga mental, estrés, o cualquier cosa que limite el potencial de los colaboradores.
Así que atento, antes de decir “no puedo”, salte de la caja y abre la mente a las posibilidades.
