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Bienestar

Lecturas de “Bravo por los libros” despiertan la imaginación de niños

Las lecturas que ofrece la asociación civil Bravo por el Arte despiertan el interés de niños de 6 a 13 años en varios municipios de Querétaro y de otras entidades federativas.

Con el programa “Bravo por los Libros” -beneficiario del Programa de Apoyo a Proyectos para Niños y Jóvenes, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes- se transmiten lecturas a través para fomentar el gusto por la lectura.

Las lecturas detonan la imaginación y otras expresiones artísticas, como el dibujo.

“Me gustan mucho las lecturas de Bravo por el Arte, porque siempre que las oigo cuando empiezo a dibujar me inspiro y cuando termino mis dibujos me acuerdo mucho del cuento y me da mucha alegría”, comentó Elisa Urrutia, de 11 años, tras uno de los ejercicios de lectura a distancia.

“Esos cuentos están muy padres, al oir esos cuentos me siento muy feliz y quiero que haya más cuentos. ¿Por qué se acaban tan rápido?, quiero que sean más largos”, afirma Elisa, quien desde la alcaldía de Tláhuac, Ciudad de México, sigue las transmisiones de las lecturas.

Los padres de familia cuentan con disfrutan por igual de cuentos clásicos, como Simbad El Marino, de Las Mil y Una Noches, así como obras de autores contemporáneos como “La escuela vuela” de Eveline Hasler.

“A pesar de que las lecturas son cortitas, hasta el momento las que hemos escuchado -porque yo también las escucho- nos han parecido muy bonitas, muy entretenidas”, explica Ericka Trejo Munguia, madre de Arturo y Sofía, quienes desde el municipio de Pedro Escobedo asisten a las transmisiones de Bravo por El Arte A.C.

Originalmente las lecturas de “Bravo por los libros” estaban planeadas para realizarse en bibliotecas públicas del municipio de Corregidora, Querétaro; sin embargo, por las condiciones de la pandemia el programa se adaptó a las plataformas digitales y ha ampliado su alcance, explica Paola Méndez, promotora de Bravo por el Arte A.C.

Actualmente asisten niños de los municipios de Corregidora y Pedro Escobedo, en el estado de Querétaro, así como de entidades federativas como el Estado de México y la Ciudad de México.

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