Circula en redes un video tutorial en el que ingenuamente alguien muestra cómo esterilizar sus cubrebocas desechables, la OMS lo rechaza categóricamente.
No debería ser tema de debate, sino de sentido común, son desechables por un motivo, el entretejido del material con el que están hechos no puede ser expuesto a humedad o altas temperaturas constantes porque pierden su efectividad. Están hechas, nos guste o no, para ser desechadas una vez se terminen de usar, incluso retirarlas del rostro requiere un ritual de salud.
“Después de su uso, deben retirarse mediante técnicas apropiadas (por ejemplo, sin tocar la parte frontal, retirar estirando por detrás las tiras elásticas o lazos que las sujetan a las orejas) y desecharse de inmediato en un cubo con tapa para desechos infecciosos, y posteriormente se realizará la higiene de manos” OMS
El doctor en microbiología, Alejandro Dinamarca, de la Universidad de Valparaíso, experto en bacterias y virus, detalla que la técnica de poner los cubrebocas a hervir, no asegura una esterilización completa. Respecto a las mascarillas N95, comienzan estudios en los que se usan técnicas de calor en seco y radiación ultravioleta, pero nada concluyente aún, por lo que el estatus es el mismo, no se pueden esterilizar y menos de forma casera.
El peligro de hacerlo y creer que todo está bien aumenta, pues con el alcance de los medios digitales y la viralidad de los contenidos, hay quienes poco analizan sobre los hechos presentados, lo que genera una ola de réplica que lejos de salvaguardar la salud, la pone en riesgo.
En otro estudio realizado en China y publicado por la prestigiosa revista Nature Medicina, se revela que el mayor contagio de un portador del virus a otras personas, se realiza 48 horas antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Está tenebrosa la situación en México con la falta de insumos y cubrebocas N95, no sabemos qué vamos a hacer