Parece que nadie puede escapar del polvo, ni siquiera una casa, lugar en donde diariamente la acumulación de este nos abre la puerta a un sinfín de inconvenientes en temas de salud.
La rinitis es la enfermedad alérgica más frecuente en el mundo y cada vez aumenta su prevalencia. Se considera que a nivel mundial entre 30 y 40 por ciento de la población la padece, mientras en México la cifra oscila entre 25 y 35 por ciento, destacó Javier Gómez Vera, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Hay muchos grados de severidad, y probablemente quienes tienen una fase leve no se percaten de que están enfermos y no buscan un tratamiento específico; no obstante, si la rinitis alérgica no es tratada, o se atiende de manera equivocada, puede complicarse y ocasionar asma, conjuntivitis alérgica, sinusitis, otitis media serosa, apnea de sueño y dermatitis atópica, alertó Gómez Vera.
En el polvo doméstico, los ácaros son protagonistas.
En el polvo doméstico hay pequeñas y molestas partículas de ácaros y sus heces, piel muerta, bacterias, virus, fibras, pelos de animal, insectos diminutos y moho, se juntan en los rincones, muebles o cualquier superficie y por más que luchemos contra él, pareciera que nos gana la batalla.
Ahora, ya sabemos que está y qué hay, pero ¿cómo acabar con él? Una de las recomendaciones es el uso de aspiradoras potentes, que puedan llegar a succionar incluso el polvo que no ves, pues es ahí en donde las haces de ácaros que tampoco ves, causan una gran lista de alergias, es decir, tu cuerpo se defiende de forma anormal y exagerada contra cosas que habitualmente no necesitarían ese nivel de respuesta.
También hay que tomar en cuenta otras afecciones que pueden deteriorar tu salud o la de tu familia, como la congestión, bronquitis, asma, enfisemas pulmonares e infecciones respiratorias, incluso digestivas.
