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Bienestar

Protégete de un mal negocio a la vista

Entre Irritación, cataratas, pérdida de visión y otras afecciones, a veces lo barato sale caro y, es muy común que en tu bolsa o en el auto seguro tengas tus lentes de sol pero, incluso aunque hayas gastado una fortuna en ellos,  ¿cómo sabes que realmente cumplen con su objetivo y no son un simple mal negocio a la vista?

Algunos lentes de sol que se compran en locales de mercados o en las calles y que regularmente cuestan un 10% del costo de un par en clínicas o tiendas especializadas, no sólo no protegen la vista, sino que pueden aumentar el daño; ahora bien, el precio no es garantía para su función y calidad, por ello es recomendable comprar marcas conocidas por su experiencia y recomendación de los médicos oftalmólogos. Hay formas de averiguar si tus gafas son las adecuadas pero por desgracia esto no se ve a simple vista. Para asegurarte, es necesario que los lleves a tu próxima revisión con tu médico especialista en ojos y así salir de dudas.

Los rayos UV son una forma de radiación emitida por el sol; los lentes de sol crean un efecto de cámara oscura, dilata la pupila y, al carecer de filtros para rayos ultravioletas, terminan haciendo que la vista sea más afectada por la radiación, es importante que  tus lentes tengan protección UV400 o superior.

Otro error que se comete comúnmente es no usarlos cuando no hay sol presente, o sea, en días nublados, hay que tomar en cuenta que el agua, la arena y la nieve también pueden reflejar los rayos tener efectos negativos en nuestra vista.

Los ojos rojos, sensación de basura y sensibilidad extrema, son síntomas de la exposición excesiva a la radiación ultravioleta en un corto periodo de tiempo. Para contrarrestarlos, lo principal es acudir a una revisión con un oftalmólogo y revertir el daño, antes de que haya daño permanente.

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