Quienes se han visto en la necesidad de realizarse una prueba para la detección del COVID-19, se quejan de las ásperas molestias que les provocan los isopos en las fosas nasales o el pinchazo de vampiro para la muestra de sangre, sin embargo y para tener una opción más, aunque poco práctica, sí efectiva, llegaron ya las pruebas rectales, desde China para el mundo, gracias.
El test rectal, aumenta la tasa de detección de personas infectadas, según el doctor Li Tongzeng del Hospital de Pekín en You´an.
Luego de registrarse pequeños brotes nuevamente en China, las autoridades sanitarias de aquel país, han decidido aplicar estas pruebas, para la detección del virus, sobre todo para quienes están en riesgo de contagio y los viajeros del extranjero.
Aunque el método ha sido criticado y apuntalado en burlas por internautas, China no anda en burro y deja claro que lo va a detectar por cualquier camino, siempre y cuando la efectividad esté demostrada, y es el caso de los test rectales, pues el coronavirus permanece más tiempo en el ano que en las vías respiratorias, sin embargo, las mismas autoridades sanitarias reconocen que este tipo de test no son prácticos, por lo tanto no serán aplicados masivamente, sino discrecionalmente.
Hace más de un año que el mundo está en jaque por la presencia del COVID-19, China en ese entonces nos regaló al paciente cero, sin embargo, al pasar de los meses no sólo se continúa luchando con la detección del virus, sino con la inmunización del mundo y mientras eso sucede, más medidas continuarán aplicándose.
