Covid 19 y ‘crowdfunding’, ¿buena combinación?

Para empezar con este tema, les platico qué es el crowdfunding: de acuerdo con el sitio web crowdfundingmexico.com, la palabra crowdfunding, derivada de “crowd” multitud y “funding” financiamiento, hace referencia a la iniciativa del modelo de financiamiento colectivo, donde distintas personas de cualquier parte del mundo contribuyen con pequeñas o grandes aportaciones financieras a un proyecto.

El crowdfunding inició en 1989 cuando un grupo musical tuvo la idea de vender su disco antes de sacarlo a la venta y con esas ganancias poder grabar el mismo.

Las plataformas en línea son capaces de canalizar el capital a una amplia variedad de proyectos filantrópicos, artísticos, sociales y de negocios con tan solo dar un clic.

Desafortunadamente, “todo lo bueno acaba” y ahora nacen este tipo de proyectos como Guardian G-Volt, promete ser una mascarilla de última generación. O iba a serlo. O eso prometían sus creadores cuando publicaron su campaña de crowdfunding en Kickstarter hace tres meses. El objetivo era conseguir 55.000 dólares para hacer realidad lo que presentaban como “un avance científico en la lucha contra virus y bacterias”. Los puntos clave de la mascarilla, decían, eran su sistema de filtración basado en grafeno y el hecho de que este material podría básicamente electrocutar a las partículas que entrasen en contacto con su cubierta, a través de una carga baja que suministraría una batería portátil conectada a la prenda por un puerto USB.

El proyecto había alcanzado 33.704 dólares cuando Kickstarter suspendió su campaña. “Nuestro equipo de Confianza y Seguridad está rechazando o suspendiendo unos 25 proyectos relacionados con el virus a la semana”.

Guardian G-Volt es un ejemplo más en una lista donde aparecen propuestas como un purificador de aire que prometía “ayudar a la lucha” contra la pandemia con sus “lámparas germicidas de luz ultravioleta”, una app con recomendaciones alimentarias para “reforzar el sistema inmune” ante el “ataque” de la covid-19 o un limpiador de mascarillas que intentó impulsar su proyecto añadiendo una palabra al título: “Coronavirus”.

“La mayoría violan nuestra regla que prohíbe cualquier artículo que asegure diagnosticar, tratar o prevenir una enfermedad o dolencia”, explican.

Los creadores de Guardian G-Volt confirman que bajar su proyecto se debió al hecho de que afirmaban que la mascarilla podría parar el coronavirus. “En el momento del crowdfunding la OMS afirmó que las mascarillas eran inútiles para el público general”, argumentan. Después de ver su campaña suspendida en Kickstarter, probaron suerte en la otra gran plataforma para proyectos de este tipo, IndieGoGo. El resultado fue el mismo.

En GoFundMe, una plataforma más centrada en causas sociales, la crisis del coronavirus ha disparado el ritmo de publicación de campañas. “Hemos experimentado un aumento del 230% en el número de nuevas campañas, y hemos visto un incremento del 700% en las donaciones si lo comparamos con los meses de marzo y abril del año 2019”, precisa John Coventry, director internacional de GoFundMe. 

En Kickstarter, otro argumento frecuente en las cancelaciones en materia de coronavirus y contenido en las condiciones de la plataforma es el que rechaza dispositivos de los que no exista un prototipo que funcione. “Queremos ser claros. No prohibimos los proyectos que aborden el tema del coronavirus, sino que buscamos centrarnos en el trabajo creativo haciendo cumplir nuestras reglas existentes”, coincidía Kickstarter en un  comunicado oficial publicado en marzo.

Para muestra, basta solo un botón, este es uno de los miles de ejemplos que podemos mencionar para recordar una vez más las ya repetidas recomendaciones: leer , comparar y verificar información, sobre todo ahora que somos mucho más vulnerables por el contexto en el que vivimos.

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