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La Web, una señora de 30 años

La World Wide Web, uno de los servicios pilares de internet, cumplió 30 años y en este lapso ha transformado la forma en la que se accede a la información a lo largo y ancho del mundo.

Para recordar el trigésimo aniversario de la WWW, Google dedicó este día su tradicional Doodle, en tanto quel fundador del servicio, Sir Tim Berners-Lee, reflexionó -en una carta publicada en la página de la World Wide Web Foundation- sobre los cambios sucedidos y los retos de la red.

“La web se ha convertido en una plaza pública, una biblioteca, un consultorio médico, una tienda, una escuela, un estudio de diseño, una oficina, un cine, un banco y mucho más. Por supuesto, con cada nueva función, cada nuevo sitio web, aumenta la brecha entre aquellos que están conectados y aquellos que no lo están, por lo que resulta imprescindible hacer que la web esté disponible para todo el mundo”, consideró Sir Tim.

Y aunque la web ha creado oportunidades, ha dado voz a grupos marginados y ha hecho más fácil nuestra vida cotidiana, también ha creado oportunidades para estafadores, ha dado voz a aquellos que propagan el odio y ha facilitado la comisión de todo tipo de delito, reconoció el fundador de la Web.

El académicos identificó que la Web se ve afectada actualmente por tres fuentes de disfuncionalidad: a) intentos maliciosos y deliberados, como la piratería, los ataques informáticos patrocinados  por un estado, las conductas delictivas y el acoso en línea; b) sistemas que por diseño crean incentivos perversos y sacrifican los intereses del usuario, como los modelos de negocio basados en la publicidad que recompensan comercialmente el clickbait y la viralización de información falsa y c) diseños benevolentes que, sin embargo, y de manera involuntaria, generan consecuencias negativas, como el tono y la calidad atroz y polarizada del discurso en línea actual.

“Si bien es imposible erradicar por completo los males de la primera categoría, podemos elaborar leyes y código para minimizar este comportamiento, tal como siempre lo hemos hecho fuera de línea”, reflexionó Sir Tim.

La segunda categoría nos exige rediseñar los sistemas de manera que cambien los incentivos. Y la última categoría requiere más investigación para comprender los sistemas existentes y modelar posibles nuevos sistemas o modificar los que ya tenemos, consideró.

“No podemos limitarnos a culpar a un gobierno, una red social o al espíritu humano. Las narrativas simplistas generan el riesgo de que se agote nuestra energía mientras perseguimos los síntomas de estos problemas en lugar de concentrarnos en sus raíces. Para hacerlo bien, necesitamos unirnos como comunidad global”, concluyó.

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Gabriel Morales López

Periodista, académico y empresario | Llevo trabajando en la web desde 1998 | Master en Periodismo por El Mundo y Universidad San Pablo CEU, becario de la Fundación Carolina 2005-2006. | Sígueme en LinkedIn.

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