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Bienestar

Soya, la semilla sagrada.

La soya era para los emperadores chinos, una de las cinco semillas sagradas, pues reconocían en ella no sólo beneficios nutritivos, sino de prevención de enfermedades.

No necesitas ser vegetariano o vegano para incluirla en tu alimentación diaria, pero hacerlo te traerá beneficios espectaculares porque contiene altos niveles de proteína vegetal, grasas poliinisaturadas, vitaminas, minerales y fibra.

Este alimento es de la familia de las leguminosas, se cultiva a partir de sus semillas y se obtienen aceite, harina y otros productos que son parte de la dieta humana desde hace algunos años.

Tiene un alto nivel nutricional,  posee minerales, vitaminas, calcio, hierro, magnesio, potasio, fósforo, vitaminas E, Complejo B; contiene mucha fibra, lo que favorece el tránsito intestinal. Y para los músculos también hay beneficios, pues por la cantidad de aminoácidos, aceleran la recuperación post-ejercicio.

25 gramos de esta semilla, reducen el riesgo de cardiopatías y ayudan a controlar los niveles de colesterol, según la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés). Además por su alto valor de proteína,  es un excelente sustituto de la carne, aunque debe ser consumida junto a un cereal ya que es limitante en metionina; gracias a las isoflavonas que son un tipo de fitoestrógenos, es una buena ayuda con la menopausia o dolencias menstruales, reducción de la presión arterial, y ellas mismas tienen efectos antioxidantes que ayudan a reducir dolor e inflamación en general, además como presenta un bajo índice glucémico, es recomendado para personas diabéticas también.

Hay quienes señalan que es un estimulante para la concentración y el aprendizaje, pues contiene 8% de ácido alfalinolénico, indispensable para el desarrollo de las membranas de las células del cerebro y vainas de mielina. Ayuda con el Alzheimer, pues al consumir la lectina de la soya los niveles de acetilolina, un neurotransmisor, son reforzados.

Ahora, no se trata de consumirla todo el día en todas las comidas, sino de incluirla en tu dieta diaria, con un balance adecuado entre toda la gama de alimentos que debes ingerir para mantener tu estatuas de bienestar al cien.

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