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Espectáculos

El “Pálido punto azul”, a 30 años

En 1990 nos vimos en la lejanía del universo.

La mayoría celebra hoy el Día de San Valentín o el Día del Amor y la amistad. Y está muy bien, en estos días es muy necesario recordarnos y recordar al mundo entero lo que significa el amor.

También celebramos el amor al planeta. En esta ocasión no solamente como evento ecológico (también muy necesario), sino el amor al planeta como entidad, como la casa que ha albergado a toda la gente que conocemos. Hasta este día, no existe humano que haya nacido fuera de este mundo.

(Foto original de 1990)

El 14 de febrero de 1990, el científico Carl Sagan hizo su propio tributo de amor a la Tierra (uno de tantos). El astrofísico pidió a la NASA (agencia espacial de Estados Unidos que había enviado la sonda Voyager 1) que se tomara una fotografía muy especial. La sonda había partido en su misión con rumbo a las afueras del sistema solar el 5 de febrero de 1977. Y, de manera curiosa, partió unos días después del Voyager 2.

Un día como hoy, pero de hace 30 años, cuando la sonda se encontraba próxima a dejar el Sistema Solar, por la petición del Doctor Sagan, se les pidió a los técnicos de la NASA que voltearan la cámara de la nave, que miraba hacia el frente, para que diera un vistazo al pasado, a su lugar de nacimiento que dejaba a una gran velocidad. Entonces, esta tomó una “foto familiar” del planeta Tierra.

(Fotografía remasterizada en el que aprecia un rayo solar cruzando)

Un petición difícil de cumplir

La solicitud no fue fácil de aprobar. Hubo un intenso debate de casi 10 años en el que se argumentaba que Voyager no podía realizar la acción pues podrían dañarse los sensores y echar a perder por completo la misión. Al final, se tomaron 60 fotografías de la tierra y otros planetas, como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Nuestro hogar se visualiza como un pequeño punto azul en la fotografía. Por vez primera, podíamos vernos desde lejos, podíamos hacer una pequeña comparación de nuestra civilización en relación con el universo mismo. Toda nuestra historia, toda nuestra gente, se encontraba dentro de ese punto. Y si algún día el Voyager 1 llega a manos de una civilización desconocida, descubrirán a la humanidad como algo del pasado. Con suerte, daremos una buena imagen.

A su vez, el gran Carl Sagan se inspiró para escribir un poema llamado “Pale Blue Dot”, “Pálido punto azul”. Aquí te dejo una liga subtitulada con el audio en voz del mismo Sagan:

Existen muchos tipos de amor. La ciencia es uno de ellos. El amor por lo desconocido, por el descubrimiento. Este 14 de febrero también celebremos ese amor a la curiosidad científica, así como a un pequeño punto azul, que viaja a la deriva en la vastedad del universo.

Y procuremos llevarnos bien entre todos, porque juntos vamos hacia el mismo destino. Hagamos algo grato de este travesía hacia el infinito.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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