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Blue Lines de Massive Attack y el nacimiento del trip hop.

En varias ocasiones, los movimientos musicales originados en Estados Unidos han sufrido metamorfosis tras ser destilados por el ingenio británico. Prácticamente cada ritmo es explorado y pasado por la crisálida de su contraparte europea. Rock and roll, blues, jazz, rock, punk. El que se nos ocurra.

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En la década de los 90’s fue lo que sucedió con el hip hop, que tuvo un cambio gracias a grupos como Massive Attack, quienes experimentaron con este género y otros más, como la electrónica, creando el trip hop, más sofisticado, con mayor cadencia y más paladeable.

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Massive Attack y Portishead fueron pioneros en la nueva forma de expresión. Los primeros, formados en 1988, mientras que los segundos, brotaron en 1991; ambos, en Bristol, Inglaterra, creando una denominación de origen, el “sonido Bristol”, asociado con estos y otros grupos.

La cantante y compositora sueca, Neneh Cherry, fue en parte responsable del afianzamiento del naciente movimiento y el apoyo a bandas como Massive, Portishead y Tricky (exmiembro de Massive). Las disqueras vieron el potencial y los aseguraron con atractivos contratos que les proveía de estabilidad y tranquilidad. Lo demás -como se dice-, se fue dando solo.

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El 8 de abril de 1991 se da a conocer Blue Lines, álbum debut de Massive Attack, con 45 minutos de duración y 9 tracks de los cuales, 4 fueron sencillos: “Daydreaming”, “Unfinished Sympathy”, “Safe from Harm” y “Hymn of the Big Wheel” / “Be Thankful for What You’ve Got”.

“Daddy G” Marshall, “Mushroom” Vowles, “Tricky” Thaws y Robert “3D” Del Naja, fundadores de Massive, recurrieron a otros vocalistas, como Horace Andy y Shara Nelson, pues si bien los de Massive eran músicos, no eran vocalistas profesionales. Tricky y Del Naja proveen de rap a lo largo de la grabación (Del Naja también es creador de parte del arte en el álbum, gracias a su pasado como grafitero.

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En este disco inicial, el grupo emplea diversas influencias, como el reggae y el dub, así como el soul. No sólo son tornamesas y cajas de ritmos, sino que se recurren a los arreglos para cuerdas, que son notables en tracks como “Unfinished Sympathy”, uno de los grandes éxitos de la agrupación, con la inolvidable voz de Nelson, para entonces, cantante ya veterana en el medio.

Ahora bien, Blue Lines pese a ser un álbum sólido, no consiguió colocarse en las listas ni tomó al mundo por sorpresa, para eso pasaría todavía algún tiempo: la mariposa se encontraba casi lista en su capullo, a punto de ser liberada. Y de su lanzamiento se cumplen 30 años.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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