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Espectáculos

Dave Brubeck Quartet: Time Out a 60 años.

Tiempo es lo que no pasa por este disco.

Otra obra maestra que alcanza, no 50, sino ni más ni menos que 60 años de existir es Time Out, documento musical creado por el cuarteto de jazz de Dave Brubeck en 1959.

 

Brubeck es uno de los músicos y compositores más celebrados del jazz. En gran parte por este disco de 7 canciones compuestas por el propio Brubeck, a diferencia de Take Five, del saxofonista –y frecuente colaborador de Brubeck- Paul Desmond.

Los otros dos componentes de este famoso cuarteto son el baterista Joe Morello y el bajista Eugene Wright.

 

El 14 de diciembre de 1959 se dio a conocer Time Out y, aunque no lo parezca, causó revuelo en su momento. La forma de componerlo y grabarlo fue algo inusual, pues se hacía gala de solos de batería, lo que algunos críticos calificaron de “perezoso”. Asimismo, se utilizaron compases no usuales en este género musical.

Otro factor de descalificación fue el que el disco se colara en las listas de popularidad y de ventas en Estados Unidos. El hecho constituía una falta de respeto al jazz. Se le calificó como música fácil para incultos.

 

El jazz nunca ha sido limitante, pues surgió de las calles, de la necesidad de expresión y esparcimiento, pero en algún momento se convirtió en sinónimo de esnobismo, como si estuviera dedicado sólo a un determinado sector. Como es costumbre, algunos críticos y fans decidieron que la música era para los músicos, así como el arte es para los artistas o conocedores. Nada más lejano de la realidad. El arte es para la gente, parte de la necesidad por expresarse y si no hay receptor, este pierde su relevancia.

 

Para escuchar jazz –o cualquier disco y género musical-, sólo basta disposición. Es tan fácil como ponerlo y escucharlo.

Time Out inicia con “Blue Rondo à la Turk” o “Rondó azul alaturco”. El título se debe a la estructura compositiva del tema. El compás es poco común en occidente pero utilizado en Turquía, donde Brubeck lo escuchó y del cual deriva la pieza. El rondó, o rondeau, es un estilo musical proveniente de Francia basado en la repetición.

 

Así, el pianista fusiona ambos estilos y pasa por fraseos, improvisaciones y más que crescendos, crea vaivenes; va de más a menos, repitiendo, como cuando aprendemos a caminar. Damos unos pasos, sin alejarnos demasiado. Paseamos, nos aventuramos cada vez un poco más, pero regresamos al calor maternal.

Así inicia Dave Brubeck este material inmortal, aventurándose, proponiendo y a la vez, retando. A la crítica y al verdadero público, al verdadero amante de la música.

Otro clásico es “Take Five”, de Paul Desmond, y a quien injustamente le quitan la gloria citando comúnmente a Brubeck como compositor. Esta se convirtió en el sencillo de jazz de mayor venta en la historia.

 

Curiosamente, los jóvenes la adoptaron como adoptaron el rock de Presley, de The Beatles, cuando lo que el rock hacía era exactamente lo contrario, rompía con lo anterior, con la generación de los padres. “Take Five” se llama así porque está compuesto en compás de 5/4. “Toma cinco” es una frase empleada en el país del norte para tener un respiro. “Toma cinco minutos y regresa a lo que estabas haciendo”. Así es que el cuarteto nos invita a tomar un tiempo de relajación para escuchar este material.

Los demás tracks que escucharemos en este clásico son: “Strange Meadow Lark”, “Three to Get Ready”, “Kathy’s Waltz”, “Everybody’s Jumpin'”, “Pick Up Sticks”.

No tenemos mucho más espacio para hablar más de cada uno de ellos, pero ¿Qué te parece si mejor los escuchamos? Hazlos tuyos e interprétalos. Porque el arte no lo hace el artista, lo hace el espectador.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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