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Espectáculos

El misterio de Betelgeuse.

Durante algún tiempo, Betelguese ha dado mucho de qué hablar, ha sido motivo de especulación y extrañamiento entre las mentes científicas. Las conclusiones más recientes apuntaban a que la gigante estrella roja se convertiría en una supernova mucho más pronto de los previsto.

A diferencia de nuestro Sol, que tiene una vida aproximada de 4, 500 millones de años, la también conocida como Orionis -debido a su localización en la constelación de Orión-, está agotando su energía a una velocidad mucho más acelerada por lo que, a su más corta edad, de entre 8 y 10 millones de años, está próxima a llegar a su fin.

Un grupo de científicos, encabezados por la doctora Meredith Joyce, de la Universidad Nacional de Australia y que incluye al doctor Shing-Chi Leung del Instituto Tecnológico de California y al doctor Chiaki Kobayashi de la Universidad de Hertfordshire, han hecho un ajuste a los cálculos que se tenían del astro.

(Disminución en el brillo de Betelgeuse)

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Basados en el análisis de la variación del fulgor de Betelgeuse –y utilizando modelos sísmicos, evolutivos e hidrodinámicos-, descubrieron que el núcleo está en una fase de combustión de helio. Otro evento interesante y que había generado muchas preguntas es el parpadeo constante del astro; su brillo aumenta o disminuye en dos periodos de –aproximadamente-, 185 y 400 días. Sin embargo, el año pasado registró un evento mucho más pronunciado, que puede haber sido provocado por un evento externo como el que se haya atravesado una nube de polvo.

El hecho que Betelgeuse esté quemando helio significa que podría explotar dentro de unos 100 mil años. Otros ajustes en los cálculos han llevado a concluir que la estrella está más cerca de la Tierra de lo que se creía (sin que esto represente un riesgo).

These two images of Betelgeuse, both taken with the same instrument (SPHERE) aboard the same telescope (the ESO’s VLT), illustrates how Betelgeuse has changed in brightness from January of 2019 (left) to December of 2019 (right). This is consistent with surface ejecta obscuring the starlight coming from the lower portion of the star as seen here. ESO/M. MONTARGÈS ET AL.

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Los parpadeos son consecuencia de una expansión y contracción natural debido al momento en que Betelgeuse se encuentra. En cuanto a su tamaño, aún no se sabe con certeza cuál es y una vez que se deduzca, se podrá saber su distancia real con respecto a nuestro sistema solar. Betelgeuse no se encuentra próxima a explotar como se creía hace pocos meses y su distancia no implica afectación alguna para el entorno terrestre. Más la ventaja de tener un evento de este tipo tan relativamente cerca de la apreciación humana y científica, lo hace digno de estudio, revelando como consecuencia muchos datos para la comprensión del universo que habitamos.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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