Érase una vez en Hollywood.

Quentin Tarantino es Quentin Tarantino. Érase una vez en Hollywood es la novena cinta en su carrera y se luce de nuevo. La producción ya lleva bastante tiempo en cartelera de Estados Unidos y un par de semanas en nuestro país, lo que nos permite hablar abiertamente de ella (aunque trataré de no poner spoilers, por si aún no la ves).

Para ser sinceros, dudé un poco en ir a verla debido a la temática que maneja, el entrelazar hechos reales tan brutales como lo fue el homicidio de Sharon Tate y sus huéspedes con una historia ficticia y el humor tarantinesco. Sin embargo, lo hace funcionar y de paso recuerda a una Tate en su faceta de actriz, cosa que se pasa por alto cuando se habla de ella. Tate tenía un muy brillante futuro, lo sabía su esposo, Roman Polanski, y se decía que podía haber llegado a ser una de las grandes actrices de su generación. Creo que, en este tópico, la cinta sale bien librada.

 

Otro punto de discordia es la caracterización que se hace de Bruce Lee, ya que se le resta importancia a su grandeza como artista marcial y a la calidad humana que tenía el actor, según cuentan sus allegados. Lo cual tampoco es una falla mortal y como lo ha dicho el director: “es su versión de Bruce Lee”, no necesariamente la real.

Todos los elementos característicos de Tarantino están presentes. El director y escritor es amante del pasado y en esta película lo vemos en su elemento, en la época que le habría gustado vivir, siendo parte del glamoroso Hollywood de antaño. La música, las referencias culturales, la recreación de la mítica ciudad y otros elementos son muy bien logrados y nos llevan a situarnos perfectamente en ese periodo.

 

También hay algunas referencias que a los comiqueros les gustarán, como la aparición de algunas revistas: Kid Colt, Sgt Fury and his Howling Commandos y Mad Magazine, además de una mención a la serie de Batman –con todo y un comercial grabado por Adam West y Burt Ward que aparece en los créditos finales-, tan popular en aquellos años. A su vez, Brad Pitt se refiere despectivamente a Bruce Lee como Kato, personaje con el cual el actor se dio a conocer en el programa The Green Hornet (El Avispón Verde).

Y ya que mencionamos a Pitt, hagamos un apartado para las actuaciones. Quentin utiliza a dos actores que se dieron a conocer como “niños bonitos” en los 90’s y que, con los años, se han convertido en grandes actores. Aquí lo demuestran junto a un gran reparto, como Margot Robbie (Sharon Tate), Al Pacino, Dakota Fanning, Bruce Dern, Michael Madsen y Kurt Russell, entre muchos otros. También representa la última aparición de Luke Perry, quien falleció el 4 de marzo de este año. Y otro actor que murió antes de filmar su participación, fue Burt Reynolds.

 

La música, así como las transmisiones de radio y televisión son una gran aportación a la historia y en el caso de las canciones, otro sello de Tarantino, con una selección ecléctica de composiciones que, si bien, no todas fueron éxitos, sí forman parte de un colectivo cultural. Desde Deep Purple hasta Neil Diamond, pasando por Simon & Garfunkel, Los Bravos, Bob Seger y más, nos dejan una banda sonora memorable.

 

Otros elementos a resaltar son la edición, con un ritmo perfecto; los planos secuencia con una cámara, largos y con propósito; la maestría del director en el uso de las cámaras en grúa y tomas en travel (paralelas) acompañando varios galopes; la simbología con colores como la fiesta en la alberca a la que acuden Polanski y Tate (con un dominio de rojos que presagian un destino inminente); los distintos cambios de formato para mostrar las películas dentro de la película o bien, los movimientos de cámara con primeros planos como barandales o columnas (todo aquel que haya empuñado una cámara alguna vez, sabrá que es un gusto que no se puede pasar por alto).

Como en Bastardos sin gloria, Tarantino hace una revisión a la historia real y como el título lo refiere, lo convierte en su versión de un cuento de hadas. Por supuesto, también es una referencia a los títulos de los Spaguetti Westerns, admirados por el director nacido en Nashville, Tennessee, y de mucha relevancia para la historia que trata acerca de un actor, Rick Dalton (DiCaprio), su doble de acción, Cliff Booth (Pitt), y su lucha por mantenerse vigentes en una industria que a veces no se toca el corazón, pasando de una estrella de cine a la que sigue.

Políticamente incorrecto, Quentin Tarantino, continúa haciendo el cine que quiere.

https://www.youtube.com/watch?v=VT6-ENcpPcg