Frozen 2: ya en cines.
La franquicia planea recuperar el momentum ganado con la primera parte.
Uno de los grandes éxitos de Disney en el nuevo milenio es Frozen, película animada vista tal vez trillones de veces, por millones de niñas y niños en todo el mundo. No importa el país ni el idioma, lo más seguro es que hayan escuchado hablar de Elsa, Anna, Olaf y el resto del elenco.
La fórmula también es de todos conocida: historia de amor (en este caso, entre hermanas), con mucha aventura, una(s) protagonista(s) valiente(s) y determinada(s), fantasía cobijada por pegajosas canciones y un final feliz, que promete nuevas aventuras.
Una nueva generación de niñas, ahora jovencitas, irá ahora al cine a ver Frozen 2 con sus amigas; tal vez ya no con sus papás. Pero se divertirán como hace 6 años.
La primera parte está basada en la historia La reina de las nieves, del escritor danés Hans Christian Andersen, como muchas otras de las películas del gigante de la animación.
La nueva entrega ha sido bien recibida por la peligrosa crítica –tanto profesional como de fanáticos-, apreciación necesaria sobre todo después del tibio recibimiento que tuvo Maléfica: Dueña del Mal. También requiere de muchas visitas si quiere romper el récord de más de 1200 millones de dólares en taquilla que impuso su debut.
El equipo de producción se mantiene intacto, lo cual provee de consistencia a la gélida franquicia. Desde los directores Chris Buck y Jennifer Lee hasta los compositores de las canciones, Robert Lopez y Kristen Anderson-Lopez, así como el creador del score Christophe Beck. Peter del Velcho produce y las voces en inglés serán las mismas: Idina Menzel (Elsa), Kristen Bell (Anna), Jonathan Groff (Kristoff) y Josh Gad (Olaf).
Tal vez Frozen 2 no repita el éxito de la primera y es que la meta es demasiado alta; lo que sí podemos apostar es que una nueva generación de niñas y niños crecerán diciendo que esta segunda parte fue una de las películas que definió su niñez. Para los que les siguen en edad y para los adultos, es una buena oportunidad para visitar viejos amigos.
