Iron Maiden es uno de los grupos de rock por excelencia. Uno de los de mayor influencia y de los más respetados. Se debe a su impecable carrera musical y su constancia en el medio. El tiempo los ha ido colocando como una legendaria agrupación.
El quinteto metalero no pudo haber tenido mejor comienzo que su disco homónimo, dado a conocer el 14 de abril de 1980. Para muchos seguidores, la mejor etapa de la agrupación británica fue con su primer vocalista oficial, Paul Di’Anno, quien grabó dos discos con Maiden (el segundo es Killers, de 1981).
El primer disco denota perfectamente el sonido de la banda, que se mantiene más o menos intacto hasta la fecha. Este hecho tiene mucho que ver con uno de los cerebros y, además, la espina dorsal de Maiden: el bajista y compositor principal, Steve Harris, quien con Di’Anno y el guitarrista Dave Murray definen con precisión su estilo musical.
Se tiene en una concepción generalizada que el heavy metal es “puro ruido”, pero al escuchar este disco, podemos encontrar composiciones a conciencia, con un alto nivel técnico. Ejecutar las canciones del metalero grupo no es cosa fácil, cada uno de los instrumentos exige mucho, además de la velocidad de sus canciones, que no da mucho lugar para errores. Asimismo, la excelente voz de Di’Anno, con su amplio registro y buena interpretación imprime un gran extra a la “Dama de hierro”.
Es ese entonces, los distorsionadores de guitarras no eran tan recurridos, así que se pueden escuchar las escalas en cada uno de los arreglos, los riffs (que son las figuras que se repiten en bajo o guitarra) y las notas. Hay arpegios, que suenan casi acústicos, generando una atmósfera de “calma antes de la tormenta”. Cuando se sustituyen los armónicos arreglos para dar pie a los solos de guitarra más complicados, el quinteto ya ha llevado al escucha a donde se lo propone.
Los temas también van de lo autobiográfico hasta las historias ficticias, como en el clásico de Maiden, “Phantom of the Opera”, de 16 minutos de duración y su lucimiento musical; o bien, la instrumental “Transylvania”, que originalmente tendría letra, más después se desechó.
El primer sencillo en la historia de Maiden es “Running Free”, en la cual, Harris habla de su experiencia al intentar hacer algo de su vida con tan sólo 16 años de edad y alentado por su madre para dejar su cuidad de origen al no existir oportunidades reales de superación.
La placa debut también contiene el tema que le da nombre, “Iron Maiden”, himno pedido por los fans en cada concierto. Como es de esperarse, habla de la “dama de hierro”, instrumento de tortura muy recurrido en Europa. En Inglaterra, también se identificó el track con la llegada de “la dama de hierro”, primer ministro conservadora, Margaret Thatcher.
La alineación es también recordada por su logro. Paul Di’Anno (vocales), Steve Harris (bajo y coros), Dave Murray (guitarra), Dennis Stratton (guitarra, coros), Clive Burr (batería) y, por supuesto, Eddie The Head, mascota de Maiden. Esta es la única producción en la que aparece Stratton.
Iron Maiden, el disco debut del grupo de heavy metal inglés, cumple ya 40 décadas de ser escuchado por todo el mundo.
