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Espectáculos

La confluencia de dos mundos diferentes: Meghan y Harry

El día llegó, con un impulso de 1.100 millones de euros a la economía local y, aunque según el sondeo de YouGov el 66% de los británicos mostraron su rechazo a la boda, la corona británica aún tiene lo suyo y muestra de ello es: la boda real del año.

El segundo hijo y la americana independiente, ahora los Duques de Sussex, son el boom en los temas nupciales, han marcado tendencia y haciendo honor a sus personalidades y temperamento, ¿por qué no?, han roto las reglas felizmente.

Sin duda el lugar vibró de emoción al escuchar Stand by me en una versión góspel con The Kingdom Choir.

 

https://www.youtube.com/watch?v=YbtnWtbDfjk

¿Obediencia?, no lo dijo, Meghan Merkle, la ahora esposa del Príncipe Harry, omitió la palabra obediencia en sus votos matrimoniales, igual que en aquel entonces la madre de su hoy marido, Lady Di, lo hizo. En ausencia de su padre, fue acompañada por su madre Doria hasta la entrada del templo, luego Meghan continúo sola en virtud de la independencia; sólo hasta la recta final, el Principe Carlos, heredero al trono británico, le acompañó.

Harry decidió vestir el uniforme de capitán de los marines, ya que al ser militar, el protocolo marca Gran Etiqueta. Ella, pese a las especulaciones, vistió en un sencillo escote en barco, manga tres cuartos, liso y blanco casi puro un vestido nada tradicional para la ocasión, aunque eso sí, serio, sereno y digno de una princesa moderna.  En todo momento, pese a la tradición de mantener un semblante cortés y sereno, los novios intercambiaron miradas y sonrisas amplias de complicidad. A ambos, por petición de ellos, se les llamó directamente “hermano y hermana”, ni por nombre, ni por título.

 

Las sonrisas no se hicieron esperar.
El Príncipe Harry, no paraba de ver a Meghan.

“La confluencia de dos mundos diferentes”, fue la frase dicha por el reverendo Curry, quien hizo que los 600 invitados se menearan sobre sus asientos, incluida la Reina Isabel, quien movió también los hombros en señal de incomodidad; además de no sentarse en el lado esperado de la iglesia al dejarle preferencia y protagonismo a la familia de la Duquesa de Sussex.

La boda real del año

La boda celebrada en la Capilla de San Jorge y que terminó con un almuerzo ofrecido en Windsor, fue vista por millones de espectadores por televisión e internet.

¿Te la perdiste? https://www.youtube.com/watch?v=N42MQJX4KoY

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