Mafalda cumple 55.

Política, filósofa y pensadora incómoda.

Cumple 55 años, pero sigue pareciendo una niña. Es creación del gran caricaturista Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido como Quino y es tal vez la tira humorística más importante de la cultura latinoamericana. Así es, Mafalda no es mexicana de nacimiento, pero se le ha adoptado desde hace varias décadas.

Y es que el humor de Mafalda es progresista, incómodo y algunos dirían que marxistas; sin embargo, los planteamientos que hizo durante todo su tiempo de vida eran reflejo de la incomodidad por parte de la sociedad, no nada más argentina, sino de una crisis latinoamericana que, más allá de superar, se convirtió en parte del ADN, por desgracia.

(Primera aparición de Mafalda en 1964)

 

Mafalda odia la sopa y ama a los Beatles. ¿Y quién que haya vivido en los 60’s no habría de hacerlo? Además, tiende a pensar más cómo adulto que como niña. Y como tal vez diría ella: “Es que alguien tiene que hacer lo de pensar”.

Alrededor de la tira existen algunos mitos, como el que su creador la mató porque ya no la soportaba. Y si bien Quino quería expandir sus horizontes creativos, nunca habría hecho algo para matar a su más querida creación. “Es como si un carpintero tuviera que hacer siempre la misma mesa, y yo también quería hacer puertas, sillas, banquitos… Una vez me preguntaron si no pensaba en resucitarla. Y resucitarla significaría que está muerta. Nadie duda de que está bien viva, afortunadamente”.

 

Así es, se dice que la caricatura finalizó cuando Mafalda fue atropellada. La leyenda urbana se popularizó en un tiempo mucho antes de internet y se corrió como cierto. Sin embargo, tal tira nunca apareció en impresión alguna. Y aún en los tiempos actuales, cuando es más fácil encontrar información gracias a internet, parece que somos demasiado flojos para investigar y hay quien sigue asegurando que la pequeña increpadora murió por allá de los 70’s. seguro que Quino –o Mafalda- seguro tendrían una opinión al respecto.

Y ya que hablamos de Quino, el caricaturista, si bien está retirado, con 87 años de edad, continúa en este planeta –para fortuna de nosotros y del planeta mismo-. Esa es otra de las leyendas urbanas que corren como verdades, que Quino había fallecido algún tiempo, decepcionado por su fracaso tras el enorme éxito de Mafalda. No es así. Antes que nada, debemos entender que lo de Mafalda es un fenómeno que sucede pocas veces en la vida: el strip se convirtió en algo tan popular y querido que no podría ser superado. Ni por su creador ni por ningún otro.

 

Quino se dedicó a seguir aportando con su arte –porque el hombre es un artista hecho y derecho-, durante muchos años después de terminada su obra maestra – ¿O se podrá decir, su obra más maestra? -. como los de Arquímedes o Newton, el de Mafalda parecería más un descubrimiento que una creación y su concepto podría resultar incluso obvio; sin embargo, los planteamientos que realiza, las preguntas que echa al aire y las protestas que organiza tienen fundamento en lo real y, por infortunio, en lo que sigue siendo vigente: las crisis, el capitalismo, el consumismo desmedido, la degradación social, la guerra, el maltrato al planeta… la sopa.

 

Paradójicamente, Mafalda nace del encargo comercial cuando, en 1962, la compañía de electrodomésticos Mansfield encargara una tira cómica para publicitar sus productos. Tras errar en el cometido, Quino guardó su personaje para después. Fue gracias a la revista argentina Primera Plana que la niña incómoda vio la luz. La publicación semanal de periodismo la imprimió en sus páginas el 29 de septiembre de 1964.

La tira pasó por un par de semanarios más: El Mundo y Siete Días Ilustrados; fue en esta última que Mafalda fue publicada por última vez el 25 de junio de 1973. Sin embargo, el strip y sus personajes aparecerían ocasionalmente a lo largo de los años por lo que también es mentira que Quino odie a su creación.

 

Han transcurrido 55 años y tal vez Mafalda no se encuentre en su punto más popular, pero lo que es cierto, es que es parte integral de la cultura de un continente. Por cierto, como a otros personajes importantes, se le atribuyen citas que nunca han sido pronunciadas por Mafalda, como el arraigado “paren el mundo que me quiero bajar”. Según su creador, “porque ella siempre fue muy emprendedora”.

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