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Espectáculos

Pink Floyd Sinfónico.

Gran concierto se llevó a cabo en Querétaro.

Este domingo 7 de julio se llevó a cabo en la capital queretana un espléndido concierto, tributo a la música de Pink Floyd, grupo inglés que cada vez se va haciendo de más adeptos, convirtiéndose en la banda de rock progresivo más importante en nuestro país.

Floyd es sinónimo de rock, de denuncia, pero a la vez, de estilo y buena música. Es por ello que la Orquesta Filarmónica de Querétaro realizó un magno concierto en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.

(Excelente disco de la Filarmónica de Londres con clásicos floydianos; en especial la mezcla de When The Tigers Broke Free y Eclipse, con David Palmer en las voces)

 

Los abanderados del evento fueron los integrantes del Surrogate Band, cuyo nombre es una referencia directa al disco The Wall, de 1979 y la canción In The Flesh? en la que –dentro del concepto del disco- se anuncia que Pink Floyd (nombre del protagonista de la historia, no del grupo) no se presentará y que en su lugar, tocará una “Banda Surrogada”. Como anécdota, durante los conciertos de aquella gira de 1980, al inicio salía un grupo de rock que no era Pink Floyd, con máscaras de cada uno de los cuatro integrantes y eran ellos quienes iniciaban el concierto. Los asistentes creían que era la banda real y los aclamaban. Después salían los verdaderos miembros de Pink Floyd para continuar el evento.

(In The Flesh, canción donde se indica que Pink Floyd no asistirá al concierto, porque se siente indispuesto)

 

En esta ocasión, en Querétaro, las canciones interpretadas fueron -en su mayoría- extraídas de tres discos: el antes mencionado The Wall (tal vez el más famoso del cuarteto), Dark Side of the Moon de 1972 y Wish You Were Here de 1975.

La Orquesta Filarmónica del Estado, a cargo del director Ludgiw Carrasco, acompañó al grupo en la mayoría de las 12 canciones, reminiscentes por momentos de las adaptaciones orquestales realizadas por la Filarmónica de Londres hace ya algún tiempo. Esto le dio mayor autenticidad y familiaridad al concierto que registró casi lleno total la tarde-noche del domingo.

(The Great Gig in the Sky, versión en vivo)

 

El programa anunciaba 12 canciones de Floyd; sin embargo, fueron 15 los tracks que la audiencia pudo disfrutar. Ocho canciones de The Wall, cuatro de Dark Side of the Moon, dos de Wish You Were Here y una de A Momentary Lapse of Reason fueron las que integraron el repertorio.

Buenos arreglos y grandes ejecuciones por parte de la orquesta de 70 integrantes (más su director), así como por la Surrogate Band fueron las que lucieron al participativo público.

Shine on you Crazy Diamond fue la pieza inaugural de la tarde, en sus partes I a la IX (completa consta de XIV) con videos proyectados al fondo del escenario, sello de los eventos floydianos acompañaron al espectáculo. Las primeras imágenes pagaban tributo al originador del concepto y a quien la composición está dedicada: Syd Barrett, el “Diamante loco”.

(Shine on you Crazy Diamond, canción dedicada al creador de Pink Floyd, Syd Barrett)

 

También hubo varias referencias a otras canciones, como el inicio de Echoes previo a Hey You (The Wall), o un fragmento de On the Run (del Dark Side) antes de The Great Gig in the Sky (Dark Side) que daban pequeñas sorpresas a los más grandes aficionados.

El momento de la noche fue cuando el cantante y guitarrista invitado, Julián Caballero, interpretó con guitarra acústica Vera (con el respectivo video de la cantante Vera Lynn en la pantalla, famosa por aquella canción de la Segunda Guerra que prometía el regreso de los soldados a casa). La corta canción fue antesala de una magnífica interpretación de Mother (The Wall); una gran voz en una íntima ejecución hizo que Julián se adueñara del escenario y de la multitud. En ese momento, solamente tocaba la banda (fueron tres canciones en las que prescindieron de la orquesta).

(Mother, de The Wall, no contiene el mensaje positivo a la madre que uno podría suponer)

El rock fuerte de Pink también sonó con canciones como Young Lust (de The Wall, sin orquesta) y Sorrow (de A Momentary Lapse) que fue la primera canción del encore.

Como era de esperarse, la audiencia explotó con los clásicos: Another Brick in the Wall Part II (The Wall), Time, Money y Us and Them (todas del Dark Side).

(Time, de Dark side of the Moon)

 

Otro momento explosivo fue cuando la OFEQ y The Surrogate Band tocaron la infaltable Wish You Were Here, con su peculiar inicio con guitarra acústica y en la cual, las proyecciones eran dedicadas a grandes figuras de la música que como el título bien indica… “Desearíamos que estuvieran aquí” y a quienes ya hemos perdido físicamente: los miembros de Floyd, Syd Barrett y Richard Wright, dieron paso a otros grandes como John Lennon, George Harrison (ambos de The Beatles), Janis Joplin, Jimi Hendrix, Freddie Mercury (Queen), Jim Morrison (The Doors), David Bowie, Kurt Cobain (Nirvana), Dolores O’Riordan (The Cranberries), Chris Cornell (Soundgarden) para cerrar con Gustavo Cerati (Soda Stereo).

La última pieza del encore fue una canción que no podía faltar: Comfortably Numb (The Wall) en la cual, tanto banda como orquesta, se dejaron llevar en el climax de la noche.

(Otra versión de la Filarmónica de Londres, ejecutando Us and Them; esta es más difícil de descifrar por el arreglo, pero una vez que se logra, es sumamente disfrutable)

 

Conciertos como Pink Floyd Sinfónico son siempre bienvenidos. Floyd, Queen, The Beatles, grupos del dominio popular en arreglos orquestados son la perfecta manera para conocer lo mejor de dos mundos: el clásico y el rock. Enhorabuena a la OFEQ, The Surrogate Band y los organizadores por un magnífico evento.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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