El principal comic de Marvel desde su creación en 1961 fue The Fantastic Four. La revista dio vida a la tambaleante compañía de Martin Goodman, siendo los responsables de su consolidación, los creativos Jack Kirby y Stan Lee. Fue con esa revista que se cambió el lenguaje de los comics y se expandieron sus horizontes, dando origen a un nuevo universo.
La mancuerna Lee-Kirby se mantuvo en el título durante casi 10 años y 108 números. Después, continuaron otros creadores como Roy Thomas, John Buscema, George Pérez, Bill Sienkiewicz, John Byrne, Steve Englehart, Keith Pollard y Rich Buckler.
En el número 334 (publicado el 26 de septiembre de 1989) se incorporó el escritor Walter Simonson, quien es un respetado escritor y dibujante, gracias en gran parte a su temporada en Thor, donde dio nuevos bríos al asgardiano. En el #337, Simonson también tomó las riendas del dibujo y las tintas.
10 números después, en el #347, publicado el 23 de octubre de 1990, inició una serie de tres partes con el espectacular arte de Arthur Adams. En dicho arco se crea un nuevo equipo temporal de Fantastic Four.
Durante los años, alguno de los miembros del famoso cuarteto había sido sustituido por diversos motivos, como cuando Crystal, miembro de la familia real de The Inhumans, cubrió el puesto de Invisible Girl cuando Sue esperaba su primer hijo. She-Hulk sustituyó a The Thing, después de que Ben decidiera quedarse a vivir en un planeta lejano, al final de Secret Wars. Medusa (también de The inhumans) y Luke Cage (Power Man) fueron otros reemplazos temporales.
Sin embargo, nunca se había creado un grupo entero, como el que presentaron Simonson y Adams. Se trataba de The New Fantastic Four, constituido por cuatro de los héroes más famosos en los 90’s: Spider-Man, Hulk, Wolverine y Ghost Rider.
El cambio fue temporal (del #347 al #349) y se debió a que, por ese corto tiempo se creyó muertos a los Fantastic originales. El nuevo cuarteto acude a un llamado de auxilio y toman la identidad del grupo. Era obvio que el movimiento era temporal y con el fin de presentar una aventura divertida.
La historia es más de tinte humorístico y ligero, con una gran cantidad de monstruos que son de la predilección de Art Adams. Fantastic Four ostentó durante décadas, en sus portadas, el subtítulo de “el comic más grandioso del mundo” (The World’s Greatest Comic Magazine). Y, en efecto, podía presumirlo. Para este arco, el subtítulo cambió por el de “el comic más bobo del mundo” (#347), “el comic más comercial del mundo” (#348) y “el comic más coleccionable del mundo” (#349), haciendo burla de presentar a los héroes de mayores ventas del momento, con el fin de elevar las de Fantastic Four.
Por si fuera poco, en la última parte hay un cameo de The Punisher (que tenía cuatro títulos distintos en ese tiempo). Frank Castle parece en una sola página y su rostro únicamente se ve en una viñeta, mientras que la portada lo anuncia como “presentando el cameo más explotador del mundo”.
Sencilla y muy, pero muy divertida, es la primera aparición de The New Fantastic Four. La dinámica entre personajes es de lo mejor. Y se debe en gran parte a sus características e historia compartida. A Hulk en ese tiempo se le conocía como Mister Fixit, era de color gris, más pequeño e inteligente, con una personalidad arrogante.
Recordemos que Wolverine debutó en las páginas de Hulk como su enemigo, antes de integrarse a X-Men. La rivalidad entre ambos es de las más trascendentes del comic, por lo que resultaba por demás interesante ver la nueva interacción. Asimismo, el propio Wolverine y Spider-Man tenían una relación cordial, de respeto, pero de muy poca tolerancia. En cuanto a Ghost Rider… pues encontramos pocas ganas de socializar en el proclamado “espíritu de la venganza”.
Terminando la tercera parte, The New Fantastic Four se desbandó a tiempo para el regreso del cuarteto original en el número siguiente de aniversario, #350, contra Doctor Doom.
Los Nuevos Cuatro Fantásticos se han reunido un par de veces desde entonces. En 2020 se cumplen 30 años de su primer encuentro.
