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Espectáculos

The Raconteurs: Entre música y cuentos.

El guitarrista, cantante y compositor Jack White ha sido una fuerza prominente del rock desde hace casi 25 años. Se dio a conocer con su esposa, Meg White, como The White Stripes. En ese tiempo, se decía que la pareja eran hermanos. Tiempo después se dio a conocer la verdad.

Al contraer matrimonio, Jack adoptó el apellido de ella: White (su nombre de nacimiento en Jack Anthony Gillis). Aunque Meg y Jack se divorciaron en el 2000, él conservó el apellido.

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Aún como parte de White Stripes, Jack emprendió otros dos proyectos colectivos, además de grabar discos como solista. Uno de sus grupos es The Dead Wheater. Del otro hablamos hoy… The Raceonteurs.

Este cuarteto se formó en 2005 cuando Jack y Brendan Benson compusieron “Steady As She Goes”. Vieron que tenían cosas en común y forjaron su nuevo rumbo. El grupo quedó conformado por Jack White (voz, guitarra, piano), Brendan Benson (voz, guitarra), Jack Lawrence (bajo) y Patrick Keeler (batería). Lawrence también acompaña a White en The Dead Wheater.

El 15 de mayo de 2006 se estrenó en Reino Unido el primer álbum de los Raconteurs, Broken Boy Soldiers. Al día siguiente, se pudo escuchar en Estados Unidos.

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La producción tiene apenas 10 canciones y una duración de 33 minutos. Las composiciones son una combinación de rock con un poco de sicodelia y alternativo o rock de garaje. Los sonidos son crudos, poco pulidos y muy auténticos. Incluso, Brendan Benson se ha referido al sonido del material casi como el de un demo.

Broken Boy Soldier es uno de los mejores discos de rock de la década con sus distorsiones y baladas blueseras. El producto es más resultado de una necesidad creativa que la de una conquista por el mercado. Aunque, a veces, ambas van de la mano.

Algunas canciones del material pueden escucharse un poco más rudas, como “Store Bought Bones”, pero en general, Soldier tiene un sonido digerible y no demasiado pesado. Es rock y ya. A la vez, podemos disfrutar influencias de otros géneros, sobre todo de aquellos surgidos en el sur de Estados Unidos.

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La temática no es demasiado profunda, contiene mensajes sencillos y directos. Habla de los convencionalismos de la sociedad, de las obligaciones surgidas y que nos someten tan sólo por nacer en determinado tiempo y espacio, como en “Steady, As She Goes”, en la que se trata el tópico del matrimonio, objetivo social al cual mucha gente se ve sometida y que puede ser más una tradición que una meta real en la actualidad.

La madurez de “Broken Boy Soldier”, canción que da nombre al álbum debut, es  parte de la misma cuestión. ¿Cuánto tiempo estarás dispuesto a perder el tiempo con tus amigos haciendo música? ¿Cuándo tendrás una vida de verdad? Para aquellos que se atreven a retar al mundo, la música puede hacerse una realidad.

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A su vez, en Soldier se aborda el amor. Y el fin de este. “¿Podemos darle fin? ¿Podemos seguir caminos distintos? Porque estoy frío y mojado y podría apostar que tú construiste este laberinto”. Tal es la súplica de “Call It A Day”. En contraste, “Together” nos afirma que el amor definitivo sí existe: “Tú y yo para siempre, pertenecemos juntos y siempre perseveraremos a través de cualquier tipo de clima”.

La primera de tres producciones discográficas de The Raconteurs (término en francés que significa “cuentistas”), Broken Boy Soldier, cumple 15 años de haber sido estrenada.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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