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The Who. Lifehouse: el más grande disco que nunca existió.

Durante casi un siglo, se han dado a conocer discos que pasaron a la historia por su relevancia. Desde el Tijuana Moods de Charles Mingus, el Ornithology de Miles Davis hasta el Black Holes and Revelations de Muse, pasando por supuesto, por discos de The Ramones, Led Zep, Beatles, Radiohead, Iron Maiden y muchos más. La fonoteca de la buena música no ha dejado de crecer.

Los tiempos actuales son distintos, pues ya no es necesario comprar un disco entero. Ni siquiera es necesario producirlo. La cantidad de canciones ya no está atada a lo físico, vivimos en el tiempo de lo inmaterial. Pero ese es tema para otra ocasión.

Así como hay discos que han marcado historia, hay otros que son famosos por su no existencia. Por ejemplo, Smile de los Beach Boys, proyecto abandonado con más de 50 horas de grabaciones y del que se rescató un track en 1967: Good Vibrations. Smile sucumbió ante el peso de sí mismo, las presiones externas, pero también debido a las internas.

Lo mismo sucedió con Lifehouse, el proyecto de Pete Townshend para The who, que sería el siguiente a Tommy, uno de los discos más ambiciosos y mejor logrados en la historia de la música.

Tras el éxito de Tommy, el guitarrista, compositor y uno de los cantantes de la banda, decidió que necesitaba un siguiente disco aún más grande. Townsend se encontraba en un momento de mucha presión, mas también gozaba de lo que conlleva el éxito mundial. Durante las presentaciones en vivo de Tommy, sentía que la gente se entregaba por completo al sonido de la música y que, de no estar consciente que el evento terminaría después de dos horas, las personas podrían fusionarse con la vibración, despojándose del cuerpo físico, para transformarse en algo más grande, un colectivo etéreo. Experiencia surreal digna de la filosofía de oriente fue lo que llevó a Townshend a crear un nuevo concepto.

Lifehouse es una historia apocalíptica en la que la sociedad está conectada a una serie de máquinas que les proveé de entretenimiento intravenoso por medio de una interconexión tipo internet en la que el enemigo mantiene cautiva a la gente. El rock & roll ya no existe. Sin embargo, algunas parias, como campesinos, requeridos para trabajar la materia prima, tienen recuerdos de la época en la que el rock era un movimiento que unía a las personas y, a la vez, les daba voz. En la historia emerge un gurú, quién guiaría a los rebeldes a una casa (Lifehouse) donde escucharían rock para alcanzar el nirvana colectivo.

El proyecto no se llevó a cabo. Demasiado ambicioso para su tiempo, tanto en composición como en su logística, este se convirtió en algo más simple, mas no menos importante: Who’s Next, uno de los discos de rock más recordados a la fecha. Townsehdn tuvo un colapso nervioso que lo obligó a abandonar Lifehouse, en favor de algo “más sencillo”.

En su contenido, Lifehouse incluye varios tracks que afortunadamente para The Who -y para nosotros-, se incluyeron en Who’s Next, la siguiente producción. Y son algunos de los más importantes en su carrera:

Baba O’Riley:

Love Ain’t for Keeping:

Getting in Tune:

Behind Blue Eyes:

Won’t Get Fooled Again:

The Song Is Over:

Bargain y Going Mobile también se incluyeron en Who’s Next. El proyecto de Lifehouse, aunque abandonado, resurgiría varias veces en la carrera de Townshend. Pues bien, una vez más emerge de entre las cenizas. La historia verá la luz en su integridad, pero en forma de novela gráfica (manera “elegante” de referirse a los comics). 50 años después, The Who y la revista Heavy Metal producirán la historia de Lifehouse (lo que resulta interesante, ya que el concepto está muy ligado a la música y a la vibración que esta produce).

Será en julio de 2020 que el libro de 150 páginas llegue a las tiendas. El argumento y arte están a cargo de James Harvey, quien ha trabajado para series como We Are Robin y Little Nemo. Harvey comenta también que la visión de Townshend estaba 50 años adelantada a su tiempo, pues lo que de describe es lo que sucede hoy en día, de una manera no forzada.

 

(Página doble de We Are Robin #4, arte por James Harvey).

Será interesante ver la traducción gráfica de un proyecto que ha esperado medio siglo para ser concluido.

 

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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