Otra película que está de aniversario –de esas que no puedes creer que tengan ya tanto tiempo de haberse estrenado- es Toy Story 2, que llegó a los cines estadounidenses el 24 de noviembre de 1999. Cumple, ni más ni menos, que 20 años.
En México pudimos verla ese mismo año, el 17 de diciembre, capitalizando en las vacaciones de fin de año. El resultado fue el mismo: todo nuevo suceso de la animación en tercera dimensión que rebasó en asistencia a su antecesora. Era tan sólo su tercer largometraje, pero Pixar Animation Studios era ya reconocido.
Cinco años antes, la productora se había estrenado con Toy Story (1995) y le siguió A Bug’s Life (“Bichos”, 1998). Para la segunda parte de Toy Story, se contó de nuevo con la dirección e historia de John Lasseter.
La producción de la secuela no fue tan sencilla como se pudiera creer. De inicio, se desconocía si esta sería en animación tradicional o en tercera dimensión. Como algunas otras películas de Disney, se pensaba que fuera directo a video, un medio relativamente nuevo y bastante redituable. Afortunadamente, mantener la conceptualización original fue determinante y se procedió a la animación por computadora.
Por un problema técnico, en algún momento se perdió parte del avance en computadora al borrar una gran cantidad de archivos y debieron crear todo de nuevo. La calidad y avance tampoco era lo que se esperaba, los tiempos de estreno se acercaban y no había manera de retrasar el estreno, pues la mercancía debía ser puesta a la venta. A contrarreloj, la secuela logró ser terminada en tiempo y forma.
Contratiempos y todo, el recibimiento a la segunda entrega fue igual de buena que a la primera. La taquilla incluso superó a los dos filmes anteriores de Pixar y fue la película de mayor recaudación ese año. Crítica y fans aseguraban que era una segunda parte tan buena o incluso mejor que la primera.
El universo de Toy Story también se expandió. Ya no sólo recaía el peso en la mancuerna de los actores Tom Hanks y Tim Allen como Woody y Buzz Lightyear, respectivamente. Un personaje nuevo femenino de igual relevancia se incorporaba al elenco. La actriz Joan Cussack fue elegida para interpretar a la vaquera Jessie (con su fiel caballo Bullseye), mientras que el antagónico fue asignado al actor Kelsey Grammer, en el papel de Stinky Pete.
Hace 20 años, Toy Story 2 aseguraba una vida como redituable franquicia cinematográfica y dio el peso necesario a Pixar para ganarse al público, que estaría pendiente de cada uno de sus nuevos lanzamientos, ávidos de llenar los cinemas y adquirir los productos. Años después, la sociedad que tenía Pixar con Disney se haría permanente, convirtiéndose en conjunto, en una de las productoras de cine más grandes de la historia.
