Después del estreno de la película de X-Men en el año 2000, Marvel decidió que sus comics deberían ser más parecidos al filme, emplear los mismos personajes y unificar los uniformes, entre otras cosas. No sería un lanzamiento total de la línea, sólo un drástico ajuste. De esta manera, se podría atraer nuevos lectores pues reconocerían las versiones del habían visto en el cine.
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No era tan sencillo, pues tampoco se podían hacer de lado casi 40 años de historias en comic. Había que encontrar una especie de equilibrio entre ambos públicos.
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La modificación se llevó a cabo en los títulos X-Men y Uncanny X-Men. Se estrenó un tercero, llamado X-Treme X-Men, escrito por Chris Claremont y dibujado por Salvador Larroca, mientras que otro más, X-Force, cambió en su concepto.
El comic principal en este cambio ya no sería Uncanny X-Men (de 1963), sino X-Men (de 1991). Se contrató al famoso escritor Grant Morrison, conocido por comics como Doom Patrol, Invisibles y Arkham Asylum para el sello Vertigo de DC Comics. Morrison fue acompañado por el también celebrado ilustrador Frank Quitely. X-Men cambió de título a New X-Men a partir del número 114.
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Otras modificaciones similares se implementaron para X-Force, que se volvió un comic más experimental. El escritor también famoso por su trabajo en Vertigo de DC, Peter Milligan, y el ilustrador Mike Allred, crearon un equipo de superhéroes con poderes muy distintos, algunos absurdos, otros muy ingeniosos. El nuevo X-Force sería formado para ser parte de un reality show. En el programa televisivo, la audiencia vería su vida privada y las misiones a las que se les enviaba, de las cuales no siempre era probable sobrevivir.
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El primero de los comics con la nueva imagen fue Uncanny X-Men #394, publicado el 2 de mayo de 2001, escrito por Joe Casey y dibujado por Ian Churchill.
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Por diversos problemas, ninguno de los dos permaneció mucho tiempo. Churchill, tan sólo dibujó tres números, mientras que Joe Casey fue sustituido por Chuck Austen en el #410. También se incorporó al artista Ron Garney con el fin de encontrar el esperado rumbo.
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En este lapso, Uncanny tomó una dirección algo extraña, dejó de ser un comic comercial y se le dio una dirección más madura, del tipo Vertigo, de comics sombríos y más artísticos para un público considerablemente mayor. El experimento no funcionó.
El grupo de X-Men presentado en Uncanny consistía de Angel, Iceman, Chamber (recién graduado de Generation X), Wolverine y Nightcrawler. Poco tiempo después, se les unió Stacy X, una joven prostituta que se aprovechaba de su poder de manejo de feromonas.
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A quienes sí les funcionó la dirección más obscura, fue al mencionado Grant Morrison en New X-Men y a Peter Milligan en X-Force. Bajo esta tonalidad, se lanzaron algunas miniseries como X-Factor y The Brotherhood, sin mucho éxito.
Títulos como Wolverine y Cable no formaron parte de esta nueva imagen, mientras que Generation X fue cancelado con su número 75. La dirección editorial de Marvel apostó por crear una nueva base de lectores, más adultos y de mayor poder adquisitivo, que llegarían por curiosidad tras haber visto el filme. Como la apuesta no redituó, Marvel regresó a su público normal.
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Un comic que sufrió por la nueva política fue X-Men: The Hidden Years, escrito y dibujado por John Byrne y que era una historia alterna que retomaba las historias de X-Men de los años 70 si el comic no se hubiera cancelado. Era una historia alterna con el equipo original a cargo de Byrne, considerado de los creativos más importantes en X-Men y la industria. Sin embargo, X-Men: The Hidden Years fue cancelado.
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Dentro de unos días, hablaremos de otros títulos reestructurados hace 20 años como New X-Men, X-Force y X-Treme X-Men. Por lo pronto, recordamos la nueva imagen de los mutantes de Marvel, iniciada con Uncanny X-Men #394, hace 20 años.
