La década pasada cobró la vida de 2,933 mexicanos en su intento por llegar a Estados Unidos.
El cruce por Tucson fue la principal trampa mortal para los paisanos: el 45.4% de las muertes se registró en la frontera con esta ciudad del estado de Arizona, de acuerdo con datos del Sistema Integral de Protección Consular.
Los años más letales para los migrantes mexicanos fueron 2010, 2011 y 2012; en contraste, durante 2015 fue el año con la menor incidencia.
En 2010 se registraron 343 fallecimientos, uno más que en 2011 y cuatro más que en 2012, mientras 2015 registró un total de 166 muertes de mexicanos que buscaban cruzar a Estados Unidos.
Entre las causas de muerte de los conciudadanos están el ahogamiento al cruzar el río fronterizo, accidentes, complicaciones de salud, hipotermia… sin embargo, la mayoría está clasificada en “otras causas”.
Además de estar expuestos a complicaciones climatológicas o a las condiciones del camino que recorren, deben enfrentar otras dificultades.
De acuerdo con Juan Fernando Rocha Mier, activista, los migrantes están expuestos también a extorsiones y a la delincuencia.
Señala que una vez que llegan a la frontera con Estados Unidos se encuentran con el impedimento de acceder país vecino y deben buscar la manera de entrar, como pagar un “coyote”.
Explicó que en el grupo más vulnerable durante el recorrido se encuentran los menores de edad no acompañados, quienes son sometidos a diferentes tipos de abusos e incluso llegan a ser violados.
Las mujeres migrantes también son víctimas de violencia de género y abusos sexuales, advirtió Rocha Mier.
Por su parte, el Sistema Integral de Protección Consular registró como desconocida la edad de la mayoría de las personas fallecidas durante 2019 en su trayecto a Estados Unidos; esta categoría es seguida por las personas menores de 17 años.
Víctimas de la migración internacional
La Organización Internacional de las Migraciones reportó que al menos 810 personas murieron en 2019 mientras cruzaba desiertos, ríos y áreas remotas de las diferentes rutas migratorias del continente americano, lo cual convirtió a este periodo como el más letal desde que se lleva registro.
Los datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos de esta Organización para el hemisferio occidental compilan las cifras oficiales de los Gobiernos y las Organizaciones No Gubernamentales, así como los reportes de la prensa.
La OIM empezó a documentar las muertes de migrantes en América en 2014 y, de entonces, a la fecha ha dado cuenta de más de 3800 decesos, con 2019 como el año más fatal.
Año tras año, la región fronteriza entre Estados Unidos y México ha sido la más letal del continente, la OIM ha contabilizado un total de 2,403 defunciones desde 2014. En 2019, las víctimas sumaron 497 de diferentes nacionalidades.
Desde el inicio de los registros, la mayoría de esas bajas se ha reportado en el Río Bravo, que separa a Texas, en Estados Unidos, de los estados mexicanos de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, donde el año pasado murieron 109 personas, 26% más que en 2018.
Muchos migrantes intentan cruzar por el desierto de Arizona, donde perecieron al menos 171 personas en 2019, en el año previo ese dato fue de 133.
