Detrás de la campaña agresiva en contra de la distribución y el uso de los nuevos Libros de Texto Gratuitos hay una industria editorial privada que ha visto mermar sus dividendos porque ya no obtiene ganancias por la producción y distribución de los libros de texto, lo cual ya ha sido documentado por el periodista Hernán Gómez.
Así lo consideró en entrevista Violeta Vázquez Rojas, lingüista y analista, quien añadió que no hay argumentos de peso en contra de los contenidos nuevos libros de texto gratuitos.
Cabe recordar que la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), ubicada en el estado de Querétaro, es quien se encarga de esa labor que cada año reparte millones de libros de texto a todas las escuelas de nivel primaria de México.
“La industria editorial privada, que era la que antes producía y distribuía los libros de texto pues ahora ya no está contemplada, sino que es la Conaliteg la que se va a encargar de la producción y distribución de los libros; eso le supone a la industria editorial privada una pérdida de más o menos la mitad de lo que eran sus ganancias, son pérdidas millonarias, y no era para menos que iban a lanzar una campaña así de agresiva como la que están haciendo”, sentenció.
En este contexto, recordó que tanto el empresario Claudio X. González como Ricardo Salinas Pliego, a través de TV Azteca y su conductor Javier Alatorre, han encabezado esta campaña contra los nuevos libros de texto, y han rechazado su distribución para el ciclo escolar 2023-2024 que comienza el 28 de agosto próximo.
Inclusive, pidió no olvidar las palabras de Claudio X. González quien, en años pasados, se refirió a los profesores aglutinados en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación como “pinches delincuentes”.
Además, puso como ejemplo al líder nacional el PAN, Marko Cortés, quien está llamando a quemar los libros, en lo que Vázquez Rojas interpretó como “la ultranza mayor del nazismo”.
“Lo que estamos viendo son intereses económicos que han sido tocados y que se están lanzando en una campaña sin ningún argumento de fondo”, aseveró.
La lingüista consideró que la campaña contra los libros es una disputa ideológica a la que calificó de “rara” porque hay quienes descalifican los nuevos libros de texto, pero son personas que “no tienen ningún interés económico tocado porque no son accionistas editoriales ni mucho menos, pero que les parece que estos libros son ya como el fin de la educación o un adoctrinamiento, ya no digamos comunista, sino morenista”.
Destacó que en esta campaña contra los libros de texto está incluida una lucha por la educación porque ésta es una de las herramientas políticas más poderosas que pueden tener distintos grupos de poder y, por supuesto, hay quienes se quieren hacer con ella. En resumen, dijo, le quieren quitar al Estado la potestad de diseñar los programas y planes de estudio.
Vázquez-Rojas señaló que los nuevos libros de texto tienen una nueva pedagogía, una nueva forma de enseñar más fluida, por la que muchos padres de familia pagan a escuelas privadas para sus hijos.
“Muchas de estas cosas que se enseñan en los libros de texto gratuitos, mucha de la pedagogía, la manera de concebir las materias, que no son módulos separados, ya terminó matemáticas ahora vamos a empezar español, sino que son digamos, se traten los temas de manera más orgánica más entrelazada, pasas de unos temas a otros de maneras más fluidas, esas cosas se hacen en las escuelas privadas y la gente paga por ello y ahora parece que es un escándalo que no hay un libro de matemáticas y andan diciendo que ya no se les van a enseñar matemáticas a los niños cuando en realidad se les está enseñando matemáticas con maneras o métodos que otros pagan por tener para sus hijos.
“Entonces aquí también hay una discusión y un debate clasista aquello que consideramos que solamente quienes pueden pagar por esa educación deberían tener acceso a eso, pero los que tienen educación pública no deberían tener acceso a esas nuevas maneras a las nuevas pedagogías”, destacó.
